viernes, marzo 18, 2005

Los Piojos ante 70.000 fans

El grupo de Andrés Ciro llenó River en la presentación del nuevo disco Máquina de sangre. Hubo varios invitados, homenajes, el estreno de un videoclip y algunos problemas de sonido. De todos modos, marcó la gran consagración del grupo.
Como en los tiempos de oro de las visitas internacionales, las calles adyacentes al Monumental estuvieron cortadas por un concierto. Pero no se trataba del show de una estrella extranjera ni de un fenómeno pop. Muy por el contrario, el estadio de River estuvo copado por la mística de Los Piojos, que llevó el ritual a otra escala. La nueva medida del furor fue un show con entradas prácticamente agotadas en el mismísimo estadio de River. Asistencia perfecta: 70 mil fans.
Tanto es así que el concierto, anunciado con bombos y platillos que empezaría a las 20, finalmente comenzó a las 21.35, y con los últimos piojosos aún pugnando por ingresar al estadio.
La puesta incluyó una pantalla gigante detrás del escenario y dos más, bastante más pequeñas, a los costados, con dos largas rampas que Andrés Ciro utilizó para ir y venir durante el concierto.
Los piojosos mudaron así el ritual a un espacio donde las banderas, las bengalas y los cánticos se multiplicaron hasta aferrarse al gigantismo del que hoy goza la banda.
Precisamente Ciro recordó en el escenario el proceso que años atrás empezó en los sótanos y hoy abarrota Nuñez: "Ahora nos van a acostumbrar a llenar River", comentó.
El show comenzó con Motumbo y siguieron los clásicos de la banda Desde lejos no se ve y Ay ay ay. Y más tarde Tan solo. Defensores a ultranza de las causas nacionales & populares, Los Piojos hicieron escala en el homenaje con Maradó.
Hubo más tributos. “Dedicado a los que hace un par de veranos volvieron a creer y salieron a la calle”, dijo Ciro más tarde en obvia alusión a los hechos del 20 de diciembre del 2001 y empezó a desandar el nuevo Dientes de cordero.
“Despertar de un sueño turco y sin nariz/ carnaval del hambre, se fue la perdiz”, cantó Ciro. El tema forma parte de Máquina de sangre, sexto disco de estudio y excusa del concierto, que entregó muchas otras postales, como la de Mimí Maura en vivo.
Invitada del último disco, la puertorriqueña cantó en Amor de perros. Pero sin dudas un momento muy especial del show fue cuando subió al escenario el bandoneonista Gabriel Chula Clausi.
Con 92 años, el hombre es una leyenda del tango, y tocó con buena parte de las orquestas de la década del oro del tango, la del 40. Un sentido tributo del público cubrió con aplausos la visita del tanguero.
Hubo más: guiños a AC/DC en el tema Fantasma, el relato anti bélico y la gaita en Langostas y el estreno del video de Como Alí. La banda tocó El Balneario de los doctores crotos con músicos de 8 murgas.
Y más fórmula de parches, síntesis del rock festivo y bailable y una propuesta transparente y precisa.
Entre tema y tema, se vivieron algunos retrasos por problemas técnicos. De todos modos, quedó claro: Los Piojos se revela hoy como la banda más convocante del rock argentino. Es un ritual sin techo.

Fuente Terra.com.ar

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