lunes, marzo 19, 2007

Calidad garantizada


"Hace 14 meses que no salimos de gira y miren adónde elegimos empezar. Que lo disfruten y gracias por todo, Mendoza”. Ésas fueron las palabras de Andrés Ciro en medio de un recital que brilló por la justeza, por la entrega y por una propuesta que estuvo llena de grandes canciones de Los Piojos.

Desde el mismo arranque –que sucedió media hora después de lo anunciado- con “Babilonia”, se dejó traslucir que la banda estaba dispuesta a mostrar sobre el escenario mendocino que todo ese tiempo transcurrido había servido para juntar muchas ganas de mostrarse y así sucedió. En total fueron algo más de dos horas de mucha música, de una puesta en escena muy cuidada, donde quedó demostrado el porqué Los Piojos es una de las grandes -pero grandes en serio- bandas que tiene el rock argentino.

La propuesta musical piojosa 2007 tiene algún cambio sonoro. Sin dudas, la participación ya mucho más activa de Chuky de Ipola en teclados hace que el sonido que llega a los oídos tenga un toque distinto, más sutil se podría decir. Es que los teclados le aportan una delicadeza que le viene muy bien a la propuesta que siempre se basó en dos guitarras muy armónicas. Entonces, este septeto actual suena por momentos a locomotora arrasadora y por otros a una delicada banda. Esto quedó plasmado en el único estreno de la noche –absoluto por cierto- que fue lo que la misma banda llamó “lento” pero seguramente tendrá otro nombre en el disco. Una dulce y tierna canción de amor donde Andrés Ciro juega vocalmente en medio de una guitarra segura y una banda que arma un clima ideal.

Lo demás fue un largo desarrollo de canciones de esas que todos saben: “Fantasma”, “Taxi Boy”, “Todo pasa”, “Luz de marfil”, “Ay ay ay”, “Agua”, “Tan solo”, “Media caña”, “Farolito”, “El balneario de los doctores crotos” y el exquisito “Y qué más” para el final, dándole las gracias a todos por estar presentes, leyendo sus trapos. Incluso hubo tiempo para que Albertito Verenzuela (de la Bersuit) subiera al escenario para perderse en una canción.

Es un gusto cada show de Los Piojos. Una banda precisa, ajustada, humana (esta vez hubo algunos pocos acoples, razonables por la larga inactividad) y con un cantante que lleva todas las de ganar a la hora de hablar de carisma. Sin dudas, Andrés Ciro maneja los tiempos tan bien que un show piojoso es una garantía.

El lugar: Mención especial para el estadio El Santo. Según las fuentes oficiales, entraron seis mil personas. Puede ser, pero es un número no aconsejable. El espacio estaba a reventar pero nadie se sintió molesto. Tal vez, lo aconsejable sería habilitar para un poco menos, para que haya más espacio y mejor traslado interno.

Lo cierto es que este nuevo espacio es muy bueno. Son dos galpones unidos, con muchos portones de salida (permanentemente abiertos), con un sector especial al que se accede por escaleras (que siempre estuvieron despejadas) y muy bien preparado para este tipo de eventos: techo actualizado, buenas luces, mejor señalización y cómodo acceso. Lástima que al estar lejos (Rodeo del Medio) cuesta un poco organizarse en lo referido a los medios de transporte.

Pero sin dudas, lo mejor del lugar es el sonido: nunca un show de Los Piojos se escuchó tan bien en nuestra provincia. Si hasta el mismo Andrés Ciro lo elogió.

Ahora habrá que esperar otros eventos, habrá que esperar que aquellos bastante pocos, por cierto) se den cuenta que no se puede fumar en un lugar de estas características y habrá que esperar que algún empresario se dé cuenta que mucha gente quiere llegar hasta ahí y ponga algún colectivo.

Fuente LosAndes.com.ar

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