domingo, diciembre 25, 2005

Los Piojos clausuraron el 2005 con la "Bombonera" a pleno

El grupo de rock cerró el año anoche con el segundo de dos colmados recitales en el estadio de Boca Júniors, para el que abordaron sus hits y en el que, ante un atisbo pirotécnico, pidieron "respeto y justicia" por las víctimas de la tragedia de Cromañón que le costó la vida a 194 personas y de la que en los próximos días se cumplirá el primer aniversario.

"Aflojemos un poquito con los tres tiros y todo eso. Los padres aún están pidiendo justicia y espero que la tengan", señaló Ciro, líder y voz cantante de la banda, cuando al promediar el concierto se oyeron algunas estampidas entre la multitud.
Si puede afirmarse que el estadio enclavado en el populoso y tradicional barrio porteño viene de vivir días en estado festivo, el par de veladas piojosas (que en total reunió a unos 70 mil espectadores) estuvo a la altura de ese clima celebratorio desde que el vocalista abrió la velada con el saludo "¡Buenas noches Boca Júniors!".

Con una ajustada formación que detrás del autor e intérprete asumen Daniel Piti Fernández (guitarra), Gustavo Kupinski (guitarra), Miguel Angel Miki Rodríguez (bajo), Miguel Chucky De Ipola (teclados) y Sebastián Cardero (batería), la banda repasó parte de 17 años de carrera en que editó ocho discos.
La visita por su propia historia se dio en un clima distendido y feliz al que en las dos noches se sumaron los aportes de Rubén Rada, Juanse Gutiérrez y Omar Mollo.

Para demostrar que los rumores de separación no alcanzarán la categoría de hecho consumado, el conjunto estrenó tres nuevas canciones ("Llega el tren", "Buenos días Palomar" y "Hoy es hoy") que seguramente integrarán un nuevo álbum a pre-producirse durante el verano.
El rock barrial salpicado por una rítmica con raíces que sigue cautivando a un público numeroso y enfervorizado, tuvo en este cierre de año un condimento solidario ya que junto a la agrupación Gente Yumbrel se recibieron alimentos no perecederos, juguetes y útiles escolares que serán donados a diferentes comedores y escuelas rurales. Y, además y como siempre, la venta de remeras de Los Piojos dentro del estadio fue a beneficio de hogares de niños y comedores infantiles.

Con la Boca dos veces llena, Los Piojos despidieron otra temporada reafirmándose como una de las expresiones más convocantes de la escena rockera local y anunciando un próximo ritual que el 28 de enero llamará a sus fieles al Patinódromo de Mar del Plata.

Fuente DiarioHoy.net

martes, diciembre 20, 2005

Los Piojos en La Mega

Andrés Ciro reveló detalles sobre los próximos shows, el receso que casi desemboca en separación y el nuevo disco del grupo.

Casi recuperado de su operación de meniscos, la cual lo llevó a poner en stand by a Los Piojos, Andrés Ciro conversó en exclusiva con Alejandro Fantino durante el programa "La Mejor Vuelta" (lunes a viernes de 18 a 20 hs. por Mega 98.3).
Horas antes del concierto que brindará la banda del Palomar en el estadio de Boca, Ciro comentó que, además de varios invitados sorpresa, durante estas dos noches su banda adelantará tres canciones del nuevo disco, para el cual ya están trabajando. “Ya tenemos una cantidad importante de temas que cada uno fue haciendo por su cuenta. Incluso, hay muchas zapadas viejas que fueron quedando de ensayos”. En la misma línea de conversación, confirmó que una de las composiciones que estrenarán surgió de esos jams. “La letra habla de nuestro barrio, del Palomar y Ciudad Jardín”, agregó el cantante.
En cuanto a la temporada que Los Piojos estuvieron inactivos, Ciro aclaró que “este parate significó reencontrarme conmigo mismo y con mi barrio, mucho antes de que la banda ocupara gran parte de mi vida. Y en ese proceso fue como volver a tener 18, 19 o 20 años nuevamente”. Frente al rumor que había corrido a principio de año, en el cual se aseguraba que Los Piojos se separaban, Ciro fue tajante y aseguró: “Estamos con muchas ganas de seguir y darle para adelante. La idea es terminar de delinear las nuevas canciones para el próximo disco que saldrá el año entrante”.
Pese a esta respuesta, el conductor insistió en el tema, lo que obligó al líder de Los Piojos a sincerarse y aceptar que sí, estuvieron a punto de separarse. “Debo decir que tuvimos una charla profunda. La idea era no seguir por inercia. Todo este tiempo que no estuvimos juntos, nos dio la posibilidad de ver las cosas a la distancia y analizar un poco donde estábamos y que queríamos”. Ciro despejó toda duda sobre peleas internas: “A pesar de que no había enojo ni bronca, se pudo haber dado que el grupo se disolviera y cada uno siga con sus proyectos”. Sin embargo, cerró el tema aclarando que todo se debió a un agotamiento físico, luego de un año de intensa labor.

Para el final, Ciro le adelantó a Fantino que el año próximo, además de un nuevo álbum en estudio, la banda también editará un DVD en el cual se mezclarán imágenes de sus conciertos en el Pepsi Music y en la Bombonera. “El DVD se llamará River – Boca, en referencia a los barrios de los clubes donde realizamos estas presentaciones”.

Fuente 10Musica.com

jueves, diciembre 08, 2005

Divididos y Los Piojos cerraron juntos el año

Divididos y Los Piojos, juntos en un mismo gran escenario, pero cada uno con su propio set de instrumentos y sonido. Primero uno y después el otro y otra vez. Durante una hora, en el cierre anual de los conciertos que realiza el programa "Cuál es?", de la FM Rock & Pop, que conducen Mario Pergolini, Eduardo de la Puente y Marcelo Gantman, dos de las bandas más populares del rock local compartieron un show único, en el estadio al aire libre de Obras Sanitarias: cinco temas cada uno, intercalados, y un final, todos juntos, con homenaje a Pappo incluido.

Los cerca de 2000 privilegiados que presenciaron esta sorpresiva reunión cumbre (se habían canjeado entradas por objetos para una escuela, en el programa de Pergolini, pero no se había develado quiénes actuarían en el show) no daban crédito de lo que veían en escena.

Diez minutos después del mediodía, luego de que De la Puente (que abrió la jornada con su banda, Tristemente Célebres) arrojara una moneda para decidir quién iba primero y quién después, la monumental producción bajó la bandera de largada.

Los Piojos arrancaron con "Te diría", luego respondió Divididos con "Cabeza de maceta" y, sin pausa, la banda de El Palomar se largó con "Desde lejos no se ve". Y otra vez Divididos, con "Nene de antes", y así, pasándose la posta, hasta el final, con "El viejo", para el "Carpo" que lo escucha desde el cielo, y Ricardo Mollo y Andrés Ciro repartiéndose los versos de la canción.

Fue una fiesta y Pergolini no dudó en mostrarse orgulloso por el logro inédito: "Este es un simple programa de radio, gracias a ustedes por venir", dijo y se despidió, mientras los músicos saludaban, firmaban autógrafos y celebraban unidos sobre el escenario, luego de lo que había sido una mañana soleada y con carácter de histórica si se tiene en cuenta el peso de sus protagonistas y la forma en que se realizó.

Además, el concierto, enmarcado en los festejos por los 20 años de la FM, sirvió de excusa para dar a conocer la lista de nominados a los premios Rock & Pop, que se entregarán por primera vez el 23 de este mes, en el teatro Opera.

Entre los rubros nacionales más destacados figuran "grupo" (Divididos, La Renga, los Redondos, Soda Stereo y Sumo), "bajista" (Diego Arnedo, Javier Malosetti, Pedro Aznar, Tete Iglesias y Zeta Bosio), "canción" ("De música ligera" y "En la ciudad de la furia", Soda Stereo; "Hablando de la libertad", La Renga; "Ji ji ji" y "Juguetes perdidos", Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota), "solista" (Andrés Calamaro, Charly García, Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta y Pappo) y "cantante" (Adrián Barilari, Cerati, Spinetta, Indio Solari y Ricardo Mollo).

Fuente LaNacion.com.ar

El rock es su forma de ser

Antes de cerrar el año con dos shows en la Bombonera, el 22 y el 23 de este mes, Andrés Ciro desmiente los rumores de separación y defiende el lugar que debe ocupar el rock en el futuro del país

Hija de 6 años: -¿Es cierto que se murió el de "la guitarra de Lolo"?
Padre músico y famoso: -Mirá, cuando sos famoso te pasan dos cosas: te hacés homosexual y te morís.

La anécdota familiar contada por Andrés Ciro logra la carcajada de la pequeña audiencia en esta sala de ensayo de Paso del Rey. Sucede que el cantante de Los Piojos es un graduado en "rumores sobre estrellas de rock" y de allí su didáctica y paternal respuesta (siete años atrás, en plena euforia piojosa, llegó hasta a escuchar por la radio la noticia de su propia muerte).
Ahora, las experiencias personales de un año en el que la banda decidió tomarse un descanso de casi diez meses deja como saldo un axioma que podría complementar la regla de Ciro: "Si una banda importante lleva más de quince años de carrera, seguramente se está por separar".

Así al menos lo certifican los foros de fans del grupo en Internet, preocupados por el futuro de "su" grupo. "No sé muy bien por qué sucede, pero a los Rolling Stones les pasa lo mismo desde su segunda gira", dice el cantante en un alto de los ensayos para los conciertos que Los Piojos ofrecerán el 22 y el 23 de este mes (ver aparte), en el estadio de Boca Juniors, donde, además de cerrar 2005 con el habitual ritual, prometen presentar tres canciones de lo que el año próximo se convertirá en el nuevo álbum de la banda, en el que estarán concentrados a partir de enero.

"En este parate, el primero tan largo que tuvimos, empecé a pensar en la posibilidad de hacer algo como solista, pero en realidad no moví ni una ficha, no me junté con un tipo a tocar ni a probar algo, o armar otra banda. Realmente estuve descansando, porque todos dijimos de parar y ver después qué pasa, sin la necesidad de pensar en el futuro del grupo. Eso a mí me sirvió mucho, porque sentí que en un punto me sacaba una mochila muy grande, que era la de estar pensando todo el tiempo en la banda, en canciones, en qué vamos a hacer, cómo vamos a encarar tal tema. Me desenchufé, salía a andar en bicicleta por mi barrio y sentía la liviandad de cuando tenía 18 años, como si fuera anónimo nuevamente, tenía una sensación liviana, muy agradable".

-¿Y ahora que finalmente volvieron a juntarse?
-Y ahora lo hago desde otro lugar también, sé que si quiero tengo otra vida por fuera del grupo. Fueron dieciséis años de estar en el mismo proyecto y de repente me doy cuenta de que puedo hacer otra cosa. Si quiero empezar con otro proyecto puedo componer, lo sé, puedo hacer mi disco, tocar para más o menos gente, seguramente para menos, no sé. Ocurrió que estábamos cansados porque veníamos de un año de mucha gira, muchos shows y a la vez también existe un desgaste, en un punto extra, que es que nosotros somos los que estamos armando nuestro futuro. No hay una compañía detrás que nos arma la gira y todas esas cosas.
Ciro cuenta que debido a los rumores de separación, este año varios oportunistas golpearon su puerta: "Vinieron de un canal para ofrecerme producir mi futuro, digamos".

-¿Y qué significaba eso?
-Continuar mi carrera de manera solista con la producción de ellos. Me decían: "Vas a tener la televisión para tu publicidad, el estudio donde Lenny Kravitz grabó un especial". Me llamó la atención el poco conocimiento que tenían acerca de la banda, como si nos pudiera interesar un plan así.
Andrés Ciro santificó a Jauretche en una canción y en otra convirtió a Maradona en guerrero sin armas; plasmó su visión de la fauna y flora de las discos en un hit irrompible con un estribillo que repite eso de "tengo los ojos de Darín"; escribió canciones de viajes apretados en trenes bonaerenses y de amores perdidos, ganados y olvidados. Puso en verso su sensación sobre diciembre de 2001 y el gobierno de De la Rúa y les regaló a sus fans una frase que se guardaron para siempre: "Somos fantasmas peleándole al viento". Dice que no es un compositor prolífico, que no le sobran las canciones, que se ha obligado a componer, pero que nunca se obedeció. Por eso, sostiene, siempre está empezando otra vez, como cuando a fines de los años 80 llevó uno de los primeros demos del grupo a una compañía y un directivo le dijo: "Nene, ¿vos querés comer langosta mirando al Pacífico? Bueno, tenés que sacar las malas palabras y la política de tus canciones".
"La verdad es que no entendía siquiera la metáfora, pero sabía que si para comer langosta mirando al Pacífico alguien me tenía que decir lo que tengo o no que poner en una canción, no me interesaba", dice Ciro.

-Finalmente la política ha sido una constante en tus canciones.
-Sí, un poco. En estos meses estuve componiendo y el último tema que hice se llama "Hoy es hoy" y un poco plantea una sensación que tengo sobre que los tiempos se acortan, que los mapas cambian, y me parece que éste es un momento importante para nosotros como país. Hay que estar con todas las luces prendidas y crecer en sentido de comunidad, de solidaridad, todo lo contrario de la época de Menem. Creo que hay una intención de cambio que luego los próximos presidentes se encargarán de continuar o no, pero sobre todo nosotros somos los que tenemos que marcar el rumbo, la sociedad, la gente común. Los argentinos estamos tomando conciencia de cosas muy importantes como sociedad, a veces a palazos y otras en función de un dolor terrible como el de Cromagnon.

-¿Y qué función cumple el cantante de un grupo de rock en esa toma de conciencia?
-No sé, muchas, tanto divertir como decir verdades. El rock sigue abriendo conciencias desde lo sensitivo o desde lo que tiene que ver con la experiencia personal, absolutamente individual, con la conexión de vivir un momento pleno y también con lo que tiene que ver con proyectos de una sociedad, de un grupo, de una tribu, de una nación. El grupo es la expresión de un montón de gente que lo elige y los músicos a veces son también representantes, que pueden marcar un poquito el rumbo, pero no hay que olvidar que apenas son la punta de un iceberg, como lo son lamentablemente nuestros políticos.
Ciro reconoce que no planifica demasiado mirando el futuro ("el rock tiene que ver con un momento, con lo que ocurre ahora, hoy") y que una de las fantasías pendientes con el grupo es "triunfar en Europa".
Han pasado muchos años para que esta banda surgida en El Palomar se convierta en el monstruo de cinco cabezas que en la actualidad llena estadios en todo el país. Ciro asegura que no existe una fórmula, pero haber mantenido a la banda unida no fue fácil. "Fuimos muy pacientes y tuvimos buena comunicación entre nosotros."

-¿Ahora que son tan populares, existe una presión mayor?
-En este momento que estoy empezando a componer para el nuevo disco no lo siento así. Quizá sí cuando ingresamos en la maquinaria que hace que cueste un poco más sacar a flote la sensibilidad. Pero este parate también sirvió para reubicarse y ahora estamos muy tranquilos.

El ritual será para Navidad
"No lo teníamos en nuestros planes", dicen desde el búnker de Los Piojos sobre el cambio de fechas para los dos conciertos en el estadio de Boca Juniors. Tras la clasificación del equipo xeneize a la final de la Copa Sudamericana, la banda tuvo que pasar sus shows de pasado mañana y el sábado a los días 22 y 23 de este mes. Las entradas para el 9 serán válidas para el 22 y las del 10 podrán utilizarse el 23. Los que deseen devolver sus tickets podrán hacerlo a partir del lunes, exclusivamente en las boleterías del estadio Obras. Los conciertos serán grabados para la edición de un DVD, con el tentativo título "Boca-River", que incluirá los shows en ambos estadios.

Fuente LaNacion.com.ar

Nuevo show y nuevo disco

–¿Qué sensación te produce la postergación del show?
–Me da la sensación de que se pueden ajustar un poquito más las cosas. Uno siempre, hasta en los discos, llega con cosas que... “AaAaaahhhh, dejalo así”. Nunca podés terminar bien todo. Entonces, un poco más de tiempo nos viene bien. No tanto por la banda, pero sí para probar caños o agregar algún arreglo. Por suerte se postergó antes de que empezara la semana del show, porque si no ya me rompería más las bolas. Es como esa cosa rarísima que te pasa cuando vas a viajar y se posterga la salida del Buquebús: quedás un día en la nada, porque es un día en que no tendrías que estar. Es una sensación muy extraña, como de limbo, porque no estás ni donde ibas ni acá, porque no tenés nada que hacer.

–Dijiste que con los discos tenés la sensación de no haber terminado bien todo. ¿Por eso se están tomando tiempo para el próximo?
–Sí. Igual tenemos una cierta ansiedad y ganas de no postergarlo más. Estamos con la energía de sacar un nuevo disco, por eso sabemos que va a salir el año próximo. Hay canciones, pero todavía no están más que en bosquejos, o en temas compuestos individualmente que hay que pasarle a la banda. Eso lleva un proceso en el que, además, se modifican casi inevitablemente. A mí, trabajar en concreto me estimula para componer, porque si no me cuelgo. Uno tiene la exigencia de los demás de cumplir con ciertos tiempos que, si está solo, tranquilo, lo deja para mañana.

Fuente Suplemento NO!

La tele, la mística y el Diego

–Después del programa de Maradona, ¿cambió tu relación con la tele?
–Ahora hay una cantidad de programas que por una cuestión de rating quieren que vayamos. Pero tampoco es cuestión de quemarle la cabeza a la gente, ni quemarse uno. Aparecer diciendo cualquier cosa, entrás en un círculo que apareciste y de pronto si no aparecés, te moriste. A mí me saluda mucha gente, pero después del programa de Maradona hasta las abuelas me saludaban por la calle. Cambió el target y se amplió a dimensiones insospechadas. Y si uno es un poco débil, termina devorado por todo eso. A la vez, si tenemos algo para decir, podemos hacerlo a través de las canciones, de los shows, y de notas en algunos medios gráficos cuando corresponde darlas.

–Pero, ese silencio, ¿no sirve para aumentar la mística de la banda?
–Sí, porque tu cabeza va a pensar más, va a tener más fantasías que cosas concretas, pero no hay manera de evitarlo. La otra manera es estar todo el tiempo hablando, y volviendo a explicar. Se transforma en una necesidad de llamar la atención insoportable. Y ya bastante llamamos la atención haciendo las cosas como las hacemos. De todas maneras no me quejo. Me encanta que me reconozcan. Es una satisfacción muy grande.

–También te pasó que por cosas de tu vida personal te fueran a esperar con una cámara. ¿Cómo fue enfrentarte a eso?
–Esa sensación no me resultó nada placentera. La primera vez que nos fotografiaron fue en un auto yendo a visitar a un amigo, estábamos por bajar y aparece un tipo sacándote fotos. Muy violento. Viola tu intimidad. Estás en una playa y te das cuenta de que detrás de los arbustos hay un tipo sacando fotos. Cuando uno entra en esa dinámica es como un vicio: “Vinimos acá y no vino nadie a sacarnos fotos”, diremos después. Entonces empezás a existir en función de los medios, de que te fotografían y creo que uno tiene que huir de todo eso. Además, Julieta (Cardinali) no es una persona a la que le guste exponerse demasiado. Es su trabajo y se dio la situación de que éramos los dos famosos, conocidos, pero es insoportable.

Fuente Suplemento NO!

Los piojos multiplican expectativas

“Desde lejos sí se ve”
En su quinta de Paso del Rey, Andrés Ciro abre las puertas de sus recuerdos para zambullirse en los motivos que lo llevaron a alejarse de los flashes. “Significaba que todo el tiempo había un escenario debajo mío, cuatro tipos alrededor y dos mil kilos de luces arriba.” Pararon por “tiempo indeterminado”, pero armaron una vuelta “determinada” junto a sus compañeros Miki, Tavo, Piti y Rogger: el 22 y 23 de diciembre en Boca.

–¿Cómo evolucionaron musicalmente en este tiempo?
–La verdad, no tengo muy claro si hay cambios. Eso sí, estamos ensayando tres temas para presentar en Boca. Hay un rocanrol bastante furioso, una canción con aire medio country, y un tema que es una zapada, al que le decíamos Zapada voladora. En su versión original duraba diez o doce minutos, y yo tiraba melodía tras melodía, era una cosa que nunca terminaba de armar. Tenía que recordar esas melodías, estructurarlo, tratar de que no se perdiera la frescura y esas secuencias que nacen en la improvisación. Una de las cosas más difíciles siempre es mantener el espíritu original de algo que nace. Después de muchos años de tocarlo cada tanto, finalmente encontré una temática que me gusta para la canción y la estamos cerrando. Habla de un regreso a El Palomar de mi niñez. Es un tipo que va en un auto: “Un barco vikingo va surcando el Maldonado para allá/ Lluvia negra, lluvia como piedra en la vela de metal”. Es porque yo tenía un Rover y el símbolo es un barco vikingo, y porque siempre agarraba por Juan B. Justo. Entonces llega y se encuentra con un Palomar distinto, como aquel de cuando era chico, y empieza a ver las cosas de la infancia. Pero el tiempo pasa en la letra: la primera novia, otros momentos. Y eso va con lo climático del tema, porque cambian las melodías con las cosas que va contando. Finalmente lo tenemos armado. Dura más de seis minutos, quizá quede así.

–¿Viene de una necesidad tuya de revisar esa época de tu vida?
–Tiene que ver. Y esta situación de haber parado a mí me produjo un gran alivio. En un punto, fue salir a la calle a andar en bicicleta sin nada, como si hubiera vuelto a tener 18 años. O sea, decidimos parar totalmente con la banda: nos juntábamos a hablar, pero no estábamos trabajando. No era una mentira de decir: “Paremos, pero acordémonos que en julio tenemos que hacer tal cosa” o “Aprovechemos para hacer el DVD”. No, yo componía desde mí, sin pensar: “En esto va a estar bueno que tal toque tal cosa”. Fue una sensación nueva, porque nunca habíamos parado. Nunca hubo una crisis de pelearnos, siempre fue pensar en la banda. En un punto, casi es una obsesión. Pero también era sentirme todo el tiempo el cantante de Los Piojos y ser eso para todo el mundo.

–¿Y qué significaba eso?
–Bueno, en un punto significaba que todo el tiempo había un escenario debajo de mí, cuatro tipos alrededor y dos mil kilos de luces arriba. Cuando estás todo el tiempo pensando en algo y sos eso para los demás, cuando dejás de pensar en eso, el otro te lo recuerda. Y el saber internamente que parábamos por tiempo indefinido nos dio otra perspectiva.

–Cuando decidieron parar, ¿se plantearon hacerlo indefinidamente? Porque eso se parece bastante a una separación.
–Podría haber ocurrido, pero en realidad no era eso. Nadie dijo: “Separémonos, dejemos esto y nos vemos dentro de dos años”. Fue un planteo de parar, de retomar incluso con algunas reestructuraciones internas y maneras de manejarnos. Cada tanto nos juntábamos a ver qué sentía uno y el otro. Cuando fuimos a tocar a Santa Fe también hubo un poco de eso, de ver qué química había. Creo que tiene un poco que ver con la realidad de ser independientes: uno puede respetar sus tiempos sin que nadie lo presione, aunque quizás en este tiempo podríamos haber hecho otro disco. De todos modos, no hubiera sido lo bueno que será el próximo que hagamos.

–Y quizás hubiera sido el último.
–Exacto. Quizás hubiéramos terminado mal al pedo. En el año 2004 tocamos mucho. Y además, al ser una banda independiente, discutimos todo, las decisiones se toman en conjunto. No es que vienen y nos dicen: “Ya está, les armé la gira”. Incluso somos bastante cómodos en un punto, no nos rompemos el culo yendo al exterior. Fuimos a España, hicimos unos cuantos shows, pero nos somos afectos a la gira permanente. Conozco a los pibes deAttaque, particularmente al Tucán –porque me dio clases de protools durante este año–, y ellos laburan de una manera terrible. Se van de gira todo el tiempo, no paran nunca.

–Volvamos a la Zapada voladora. ¿Qué necesitás recuperar de ese pibe que fuiste?
–Cuando uno se mueve de la estructura que forma en una actividad constante y única, la estructura cae y uno se reencuentra inevitablemente con lo que existía antes de esa estructura. Con toda la experiencia y lo que fuera, pero vuelve a ver las cosas desde una perspectiva más fresca. La frase “desde lejos no se ve”, que es del ex baterista (Daniel Buira), está bien en un sentido. Pero, en otro, desde lejos sí se ve. Es cuando uno toma dimensión y una perspectiva del lugar en el que estaba parado. A mí me sirvió para darme cuenta en carne propia de que hay otra cosa aparte de Los Piojos.

–¿Por ejemplo?
–No sé, mi vida, lo que sea. Formar otra banda, hacerme solista, o no hacer música y empezar a hacer otras cosas. Digo, ahora sé que me la puedo rebuscar. No soy esclavo de este proyecto.
–Vamos, Andrés, sabés que si te hicieras solista, un montón de gente iría a verte.
–Sí, seguramente. Pero quizás el que lo ve de afuera cree que uno ya está salvado...

–No se trata de eso sino de la relación con la gente.
–Pero a la gente tenés que darle permanentemente algo que la satisfaga. Pueden cantar “Soy Los Piojos hasta que me muera”, pero si te pasás diez años sin hacer nada y recién entonces volvés, irán a verte nostálgicos, pero ya fuiste. Por más que seas quien seas, no tenés nada seguro. Sería un nuevo desafío, buscar algo que suene bien, ver qué pasaría con la química. Pero no me preocupaba cómo me iba a ir. Yo qué sé, tengo mi casa, tengo mis hijas. Mientras pueda mantenerlas y que estén bien, no me desvela. No es que pienso: “Uy, me bajo de Los Piojos y no voy a llenar más estadios, no voy a ser famoso”. La verdad es que tengo muchas cosas que me gustarían hacer –y que en algún momento haré–, como ponerme seriamente a escribir alguna novela o cuentos, o producir biografías sobre gente que conozco.

–Mencionaste que decidieron cambiar cosas. ¿Eso tiene que ver con aceitar el funcionamiento desde la independencia?
–Sí. Hubo planteos y sugerencias de cambios con respecto a la manera de manejarnos, pero era en un marco de cierto cansancio. Y a veces no da... Por ejemplo, si vos y tu mujer están saturados, no te vas a plantear cambiar el juego de living. No es el momento. Lo mejor es tomarse un tiempo y ver qué pasa. Ahora retomamos toda la energía necesaria y pondremos en práctica ciertas cosas: cambiaremos el juego de living, digo. En este parate toqué de invitado de Kapanga, de Bersuit, de los Ratones, de Calamaro, y nunca se me ocurrió decir: “Che, ¿por qué no nos juntamos a zapar?”. No estaba en mi cabeza formar una banda ni nada de eso. Era una situación de cansancio.
–¿Tus compañeros sentían el mismo cansancio?
–Sí, sí. Había que parar...

–Da la sensación de que tu hartazgo era muy grande. ¿Estabas podrido de Los Piojos?
–No es que estaba podrido, no es el término que usaría. La sensación es que a veces uno tiene que correrse del lugar. Hay dos caminos: o encapsularte o tratar de moverte de ese centro y conectarte con las cosas como si no fueras parte de eso. El fanatismo exacerbado es algo que te aleja de la esencia de lo que hacés. Hay un discurso de la gente que es: “Eh, loco, no cambies nunca, sé siempre el mismo”. Y a continuación: “Loco, por favor, dejame que me saque una foto con vos”, y abrazos descontrolados, y son diez y te aplastan. Entonces, ¿querés que sea el mismo, pero me ves en una situación de intimidad y me pedís un autógrafo?

–Durante el parate empezaste a componer, pero no pensaste en Los Piojos, ni en un disco solista. ¿Tenés intención de hacer algo diferente?
–Empecé a pensar un disco solista, pero como en otras cosas que pienso habitualmente, como... estudiar latín. Digo: “Qué interesante sería estudiar latín o hacer trapecio. Cuando esté mejor de las rodillas voy a hacer trapecio”. Pero no moví un dedo. Lo que me resultaría interesante de un disco solista es el intercambio con otros músicos. Son experiencias que tuve este año tocando con otras bandas, frente a otros públicos. Y me gustó vibrar distinto y relacionarse con gente, es un modo de comunicación muy interesante.

–Mencionaste que si no fueran independientes tal vez habrían sacado otro disco. ¿Nunca pensaron en firmar con un sello?
–Lo que pasa es que me rompe soberanamente las pelotas que un tipo que no entiende nada lo que hago me venga a sugerir. Si viene (el productor) Alfredo Toth y me lo sugiere, es una cosa, pero si viene un tipo que no tiene sensibilidad, ni conciencia de lo que componemos, un tipo al que lo único que le importa son los números, a mí me subleva. No me lo banco. Me pasó en este tiempo en el parate, que vino gente a hacerme propuestas. Y lo que me proponían era todo lo contrario a lo que hicimos Los Piojos durante 16 años.

–¿Por ejemplo?
–Me proponían estudios de televisión para hacer unplugged, como si fuera la gran cosa. Como si fuera “ahora sí” o “lo tuyo va a llegar”. Y a mí me parece una cuestión totalmente lejana al espíritu esencial. Por supuesto que queremos llegar a un montón de gente, vender y poder vivir, pero nuestras creaciones nunca fueron hechas en función de vender. Nunca. En cambio, a veces nos planteábamos ridículamente: “Che, este estribillo es muy sencillo”. El estribillo de El farolito dice: “Dame un poquito de tu amor/ para el corazón”... Lo hice en cuatro segundos. El tema sonaba bárbaro, apareció esto y me encanta cantarlo, porque hay una comunicación concreta y directa con la gente cuando uno dice eso. No hay que hacer intelectualizaciones ridículas, la música es más sencilla.

–Pero a la vez tiene un trasfondo.
–Claro, pedirle a alguien un poquito de amor cuando uno está necesitado no es poca cosa. Pero nunca repetimos un modelo de hit. A veces uno ve un tema y dice: “Uh, éste va a pegar a full”. Y después pasa que el tema que a uno mucho no le gusta se impone solo.
–¿Con cuál te pasó?
–Con Como Alí, que empezó a gustarme después de ver el video. Creo que es un mazazo. Es concreto. Me gusta cómo quedó la letra, que es bastante ácida. Pero nosotros teníamos todas las fichas en Guadalupe. Sin embargo, nunca dijimos, como las multinacionales: “Ahora hagamos Como Bonavena”.

–En función de lo que pasó en este año post-Cromañón, ¿te planteás algo distinto para los shows de Los Piojos?
–No. En realidad, salvo en medidas un poco más estrictas de parte de la municipalidad, no hubo grandes cambios de nuestra parte. La situación de Cromañón tuvo que ver con un crecimiento inesperado para la banda (Callejeros).

–A ustedes también les pasó de crecer de golpe en un momento.
–El crecimiento fue cuando llegamos a Obras e hicimos dos. Pero, en lo particular, es más una cosa de sentimiento de lo que uno vibra y de cómo ve ese momento del show... No es que Pocho (el manager) dice: “Ahora sí, pongamos seguridad”. Si hacés un estadio con miles de personas, hay un montón de cosas que sí o sí existen. Lo que pasa es que hay un nivel en el que al Estado le chupa un huevo más soberanamente, que es el de los reductos rockeros. “Y bueno, qué carajo me importa lo que hagan ahí adentro, me llevo la cometa y chau.” Después pasás a un nivel de exposición en el que hay cosas de seguridad que son inevitables. Incluso, en un estadio las bengalas están a cielo abierto. Igual son una cagada,hemos parado mil veces. Pero tampoco es cuestión de salir ahora a pontificar sobre eso, aunque no es algo que nos resultara maravilloso.

–El Indio dijo que le costaba resignarse a perder el folklore de las bengalas y en sus shows se prendieron varias.
–A mí me parece que una bengala remite a algo muy doloroso. Aunque en un estadio abierto no provoque más que algunas chispas, remite a algo terrible. Es como un símbolo. A mí me daba más una cosa interesante en las filmaciones, todo ese humo y las banderas, pero en la situación particular del momento no era algo muy agradable, porque veías cómo la gente se corría por el miedo de quemarse. Pero en ese momento, cuando el tipo venía con la bengala, si el riesgo era que alguno se quemara un cachito, no era para ponerse a despotricar. Hubo un momento en que sí, que paramos y dijimos: “Se van a lastimar”. Pero también, viste, “hacé tu show ahí, nosotros estamos acá y es nuestra historia”.

–Una de las medidas en Capital es que no haya banderas. Y cuesta imaginarse el final de un show de Los Piojos sin eso.
–Y, porque acá todo pasa de un extremo al otro. De todos modos, para nosotros, grandes cambios nuestros no hubo, salvo una sensación de que si antes quería a mi público, ahora lo quiero más. Tengo una sensación de mortalidad muy fuerte. Todo momento se valoriza más, un show se valoriza más. Se trata de un momento de fiesta, de relax, no de “mirá cuánto aguante que tengo”. Hay cosas mucho más importantes.

–Resulta curioso que te opongas al “aguante”, porque se dice que ustedes hacen “rock del aguante”.
–El principal aguante pasa por aguantarse la vida; tratar de hacer lo más dignamente posible el rol que a uno le toca. Ese es el gran aguante. Pero el rock del aguante tiene que ver históricamente con una respuesta de los suburbios al rock capitalino glamoroso. En ese sentido me parece que se relaciona estilísticamente con el blues y el tango. Eso no quita que porque tengas aguante cualquier cosa que hagas esté buena. Porque, por más aguante que tengas o falopa que tomes, no necesariamente va a estar bueno.

Fuente Suplemento NO!

martes, diciembre 06, 2005

Los Piojos cambian de fecha

La cita estaba lista. El ritual estaba programado para los días 9 y 10 diciembre. Sin embargo, el pase a la final de la Copa Sudamericana de Boca Juniors y la reprogramación del Torneo Apertura de Primera División de Fútbol hizo que la presentación de Los Piojos cambiara la fecha para el 22 y 23

Los Piojos tenían todo listo para presentarse en el estadio de Boca Juniors el próximo fin de semana, pero un cambio de último momento pasó los conciertos para el 22 y 23 de diciembre. Lo que pasó es que Boca le ganó a la Universidad de Chile y consiguió pasar a la final de la Copa Sudamericana.

Como también tiene chances de ganar el Torneo Apertura de Primera División, pidió la suspensión de su partido por el torneo local y esto generó una reestructuración en el calendario de la AFA.

Por ello, los rituales de la banda liderada por Andrés Ciro tendrán que esperar un poco más de tiempo, aunque el horario se mantiene, las 19:30. Las entradas para el día 9 serán válidas para el 22 y las del día 10 podrán utilizarse el día 23. Por otro lado, aquellos que deseen devolver sus tickets podrán hacerlo a partir del lunes 12 solamente en las boleterías del Estadio Obras (Libertador 7395).

Antes de conocerse el cambio de fecha, las entradas de campo para el ritual del 10 (ahora 23) se habían agotado. Además, también se acabaron los tickets con descuento. Los Piojos vienen de presentarse en el Pepsi Music y en el estadio cubierto de Unión de Santa Fe. "La bombonera" es uno de los pocos lugares donde la banda nunca tocó.

Fuente NoticiasUrbanas.com.ar

sábado, diciembre 03, 2005

Boca: las canciones no se manchan

Aunque no se sabe qué pasará con el incierto final del Apertura, la única certeza es que los días 9 y 10 de diciembre en la cancha de Boca habrá un ritual. ¿Serán los únicos dos festejos de fin de año que tengan lugar en el estadio Alberto J. Armando?

—¿Eligieron el escenario por bosteros o porque La Bombonera era la cancha que les faltaba?
—Más bien porque es el lugar que nos faltaba. Ahora la idea es que el DVD finalmente sea "Boca-River" (Andrés).
—Más bien, "River-Boca" (Micky).

Ciro repasará entonces sus recuerdos de la primera vez que fue a la Bombonera con su viejo: "Tendría 4 o 5 años. Yo estaba arriba de una pared y mi viejo decía: 'Dale, saltá, dale'. Creo que fue un Boca-San Lorenzo".

En la última semana no sólo se confirmó un segundo show (el 9/12), sino también que ya no quedan entradas para el del sábado 10/12. Quedan, entonces, para el viernes 9, aunque calculan que para mediados de la semana próxima estarán agotando la función. Estas son las únicas fechas programadas de la banda por un tiempo. Quedará ver si se suben a River a telonear a los Stones, algo que por ahora responde más a un deseo que a una realidad.

Fuente Suplemento Si!

El cielo puede esperar

La banda que desde hace 10 años integra el podio del rock argentino rompe un largo silencio. Antes de su regreso a las canchas, Andrés Ciro no deja tema sin responder. Incuido, por supuesto, el del rumor que los daba por muertos.
Andrés Ciro habla enfrente, de espaldas y de costado al Jagger de galera del Rock and Roll Circus. El panóptico televisivo del bar temático stone 40 x 5 lo pone al cantante de Los Piojos rodeado por la imagen de uno de sus mayores mentores en su mejor momento. En otra época y a pocas cuadras de esta esquina de Cuenca y Navarro (Villa del Parque), Ciro compartió casa con el bajista Micky (también corporizado en el bar) y todavía recuerdan lo que tardaba el 24 en llegar a Arpegios. De esos tiempos de ir-a-tocar-en-bondi, por ejemplo, rescataron de un casete perdido la base de lo que terminó siendo Como Ali.

Delante de una picada que parece la maqueta de una fortaleza, Andrés contesta las preguntas y como bonus tracks agrega reflexiones, opiniones y sensaciones de los días que nos tocan vivir. De la violencia en París, por ejemplo. "Los franceses primero sacaron de Africa todos los esclavos que quisieron. Después dividieron el continente de una manera arbitraria, que nada tenía que ver con las tribus originarias. Después le fomentaron la guerra para venderles armas. ¡Y ahora los quieren echar porque van a pedirles laburo!". O del programa Algo habrán hecho de Pigna-Pergolini. "Lo llamé para felicitarlo. Fue un programa distinto, ayuda a que tomemos conciencia como pueblo. Si sos artista y no te importa acercarle una idea que le sirva a la gente, que ayude a clarificar, sos un pelotudo".

La historia más reciente de Los Piojos indica que hace poco tuvieron la mayor inactividad formal desde que empezaron como banda, allá por el 89. Fueron 10 meses entre el show del Estadio Unico de La Plata (11/04) y el de Unión de Santa Fe (9/05), marcados por una inactividad anunciada y pautada (vacaciones, operación de meniscos de Ciro). Un silenzio stampa durante el que pasó lo de Cromañón, falleció su amigo Pappo y fueron invitados especiales de La Noche del 10. Y además, los rumores que daban por finalizada a la banda. "En un punto, el parate vino bien para salir de la máquina. Fue como sacarse, por un tiempo, una mochila gigante e invisible. Fueron 17 años pensando todo el día en la banda. De repente, pude salir a la calle con la misma sensación que tenía a los 18, 19. El tema era parar, tomarnos este tiempo.Y tomarlo a full. Por eso tampoco terminamos el DVD".

—Apenas empezaron ese período sucedió lo de Cromañón. Y el discurso de las bandas pareció unificarse en "pudo pasarle a cualquiera". ¿Están de acuerdo?
—Hubo muchos factores que intervinieron para que la tragedia ocurriera. En lo personal, nunca me terminó de copar lo de las bengalas, salvo como cierta cosa estética filmada, te diría. La cagada es que tuvimos que llegar a esto para que digamos que los lugares no tienen que estar saturados. Lo que uno espera es que haya justicia, es lo mínimo que se merece el dolor de los padres.

—¿Tuvieron relación con Chabán?
—Nunca nos cayó particularmente bien. Tocamos poco en Cemento, tenía la cerveza muy cara y los inodoros de los baños eran un asco. Por ahí es un tipo re-copado, como dicen muchos. Su nivel de responsabilidad lo determinará la Justicia.

—¿Y Callejeros?
—Lo que sucedió con ellos fue que crecieron muy de golpe y con una mentalidad un poco ingenua. Creyeron estar más allá de todo formalismo. Cuando los fuimos a ver con León (Gieco) los encontramos shockeados. Hablaban de la posibilidad de hacer Vélez. "¿¿¡¡Qué Vélez!!?? ¿De qué hablan? ¡Paren la moto!". Nuestra opinión era que no era el momento para pensar en eso.

Ahí, Andrés levanta la cabeza y los Stones le tiran un machete. "¿Ves? A principios de los 70 hubo un post-Cromañón enorme que fue el post-Altamont. También hubo que replantearse las cosas otra vez". Dice que le encantaría tocar con ellos, que hay una posibilidad, pero prefiere no hablar mucho de eso para que no se lo confunda con lobby. Vuelve sobre la pantalla. "A mí me gustan mil veces más los Stones que los Beatles. Los Stones se basan en la interpretación, que es donde aparece el alma de la música. A ellos se les ven los pifies, no les importa la perfección. En nuestros discos siempre trabajamos con productores muy capos, pero muy prolijos. Muy beatles. Me pasé cuatro discos pidiendo cantar en vivo, pero como la voz se metía en los monitores, los tipos se complicaban. Escucho los discos y cambiaría cosas. Los Piojos funcionan mejor en vivo".

—Hay como un canon en el que parece coincidir todo el mundo: que "Ay Ay Ay" (95) es su mejor obra. ¿Están de acuerdo?
—Sí, pero también los fans de ultranza son muy de Chac tu Chac (Micky).

—Digamos que ese disco es una plataforma, por la variedad. Eso también es influencia de los Stones, que siempre buscan poner rocanroles, baladas, un tema medio funky. A menos que tengas un kiosko armado donde tenés que responder siempre de la misma manera, es absurdo dedicarte a un solo estilo (Andrés).

—Durante este impasse hubo muchos rumores de separación. ¿El sueño terminó?
—El sueño no terminó... pero estamos bien despiertos. Los chismes suelen ser eso, chismes. Es más fácil incubarlos que pensar que los seres humanos tenemos una necesidad de cambio y renovación permanente y que a veces necesitamos parar la pelota para tomar aire fresco. Ahora la prioridad es Boca y grabar un disco para el 2006.

—¿Entonces?
—Mirá estos (por los Stones): duermen en hoteles separados porque no se pueden ver, pero se juntan en la combi que los lleva a tocar y ya son un grupo. La tienen re-clara. Nosotros encima nos llevamos bien. Si estamos juntos es porque queremos.

Fuente Suplemento Si!

¿LA BANDA DE DIOS?

Maradona, Rada y el poder de la gente

Andrés Ciro dice que de lo mejor que le pasó en el 2005 fue participar de un disco de Rubén Rada que saldrá el año que viene. "Junto a Gieco y los Stones, es el tipo que me hizo dedicar a esto. En el Sí! siempre joden con que nosotros hacemos Rock & Roos, pero el genio es Rada".

—Hablando de genios, da la sensación de que si Diego pidiera que vayan en un elefante en bolas, se prenden...
—¡Nooo! Nos pareció que era una apuesta personal de él, en un momento muy importante de su vida. Y fue ir a apoyarlo, acompañarlo, desde nuestro pequeño lugar, como agradecimiento al futbolista extraordinario y a la persona que también nos acompañó. Muchas veces lo llamé, lo vimos, lo he ido a visitar en lugares donde estaba mal, internado. Me parece que en un momento en que le está yendo bien nos llama y me parecía muy choto decir: "Ah, no, ahora que estás bien no". O "nosotros a la televisión no vamos".

—El año pasado dijiste en un show en España que Maradona era el héroe máximo de nuestro país...
—Lo que hizo lo va a acompañar toda la vida. Y el día que se muera va a ser más grande todavía. Como le dije a él una vez: cada vez juega mejor. Ahora, sus decisiones, o lo que haga o lo que deje de hacer... Yo no estaba de acuerdo en su momento con lo que decía de Menem. Si él nos hubiera dicho: "Vengan tocar en la Quinta de Olivos para Menem", yo le habría dicho que no. En el sentimiento sí somos incondicionales. Para nosotros fue un honor: que nos haya llamado y estar al lado de él. Maradona es un tipo que, haga lo que haga, siempre va a tener a la gente de su lado.

—¿Ustedes no?
—El poder de una banda es efímero. El otro día leía que una nube de mosquitos es más poderosa que un rinoceronte. El poder de la gente es inmenso.

—Aún así, el pueblo se puede equivocar. Alguna vez se movilizó para apoyar la Guerra de Malvinas, por ejemplo...
—Aún en ese momento se salió a la calle por un sentimiento tribal de que somos la misma gente frente a un agresor externo. Como decir: "Nos unimos, aunque tengamos un tirano arriba". Lo condenable y humillante es cómo se movieron los militares.

Fuente Suplemento Si!