viernes, marzo 25, 2005

Los Piojos se alejan del escenario

No hay precisiones aún sobre los términos de la separación. ¿Ciro Martínez con carrera solista o año sabático?
Todavía no esta claro. Se separan o toman un año sabático para encarar otros proyectos. Lo que sí se puede confirmar es que durante 2005, “Los Piojos” no actuarán ni grabarán el disco que estaban preparando. De ahí en más, lo que ocurra dependerá del genio de don “Fasolita”.“No nos estamos separando ni nos peleamos. Existe sí un proceso interno que nos llevó a la decisión de tomarnos un año de descanso, pero la intención es volver a los shows antes de fin de año”, afirmó “Pocho” Roca, el manager de la banda del Gran Buenos Aires. Hace 15 días los integrantes de “Los Piojos” se reunieron para analizar el futuro del grupo, y allí surgió la decisión de parar la máquina. Los rumores acerca de su separación no son nuevos, pero hasta ahora no habían pasado de ser meros comentarios en el mundillo rockero. “Pocho” fue el único, hasta ahora, que habló públicamente del tema, y anunció que en los próximos días se hará el anuncio oficial y concreto sobre el futuro de la banda.“La verdad es que va a ser muy raro no trabajar por un año, pero igual vamos a editar un DVD y trataremos de mantenernos ocupados”, aclaró en declaraciones difundidas ayer por varios medios electrónicos.

Un mal presagioEl letrero de “sitio en mantenimiento” en la página web oficial de “Los Piojos” refleja la aparente incertidumbre que rodea a la banda, y contribuye al desconcierto de cientos de fans que, al conocer la noticia, esperaban encontrar allí una respuesta.Hasta ahora “Los Piojos” tenían una buena excusa para mantenerse alejados de los escenarios: Andrés Ciro, el cantante y líder, fue operado de la rodilla y estará inactivo hasta junio.El ya había anunciado su ramificación como escritor, al empezar a trabajar como guionista de un programa de América que conducirá su amigo Mex Urtizberea. No se conoce qué harán los otros integrantes del grupo, pero aparentemente Ciro lanzaría su carrera solista.“Los Piojos” surgió de un grupo de amigos en 1988, y recibieron, dos años después, el espaldarazo de “Los Redondos” (Skay Beilinson los acompañó en un show). Entre 1993 y 2003 editaron ocho discos, pero la popularidad y la masividad les llegaron con “Tercer Arco”, en 1996.

Estandarte argentino: Por Facundo Pereyra
La síntesis entre rock, tango y candombe, aunque muy porteño, caló hondo en los oídos de los argentinos de todas las latitudes. La “máquina de sangre” se detendrá dejando un vacío difícil de llenar.El rock argentino pierde, al menos por un año, a una de las bandas más importantes. No sólo por su popularidad “Los Piojos” se ganaron su lugar con mucho esfuerzo, sino porque se convirtieron en estandarte del rock rioplatense.La desaparición de sus padrinos, “Los Redondos”, es un trago amargo que todavía cuesta terminar de hacer pasar, aunque hayan transcurrido más de dos años. Los “piojosos” se quedarán con las ganas de escuchar el disco que iban a grabar, en el que seguramente las letras arrabalareas con coros e inconfundibles arreglos vocales, además de la potencia de la banda, iban a ser, otra vez, el principal atractivo.“Los Piojos” la pelearon desde muy abajo. Muchos años de anonimato, de tocar en el circuito under bonaerense forjaron una banda sólida que soportó la partida de Dany Buira, un señor baterista que hizo la suya con “La Chilinga”. Y a pesar de eso, la banda siguió creciéndo y entregándose por completo.

Fuente LaGaceta.com.ar

No se separan

Debido a los intensos rumores sobre una posible separación de LOS PIOJOS, EL ACOPLE se comunicó con el prensa del grupo, quien nos contó que se tomarán unos meses de descanso y que en unos meses editarán un DVD. Aquí te contamos todo sobre el futuro de los del Palomar.

Hacía varios días que la noticia venía circulando en forma de rumor: “Se separan LOS PIOJOS”. Las razones y motivos eran varios, disímiles y hasta descabellados, pero el hecho de que en varios medios se empezaran a comentar y el cartelito de “Sitio en mantenimiento” en la página oficial del grupo (www.lospiojos.com.ar) hicieron que los mismos tomaran más fuerza.
Por todo esto decidimos comunicarnos con MARTIN CORREA, el prensa del grupo, quien nos comentó que “la banda decidió tomarse unos meses de descanso”. También desmintió la separación y agregó que la decisión se tomó “después de 16 años de trabajar a full”. Este parate en la actividad en vivo coincide con la escasa actividad recitalera post Cromañon.
Todo habría comenzado con la lectura de un mail en el programa de MARIO PERGOLINI en la Rock & Pop y a partir de allí la bola de nieve empezó a crecer. Una nota en La Voz del Interior, en la que daba casi por cierto el rumor de la separación, solo aumentó la paranoia de los fanáticos piojosos, quienes a través de mails empezaron a preguntarse que había de cierto en estos rumores.
Pero desde el lado del grupo la afirmación es clara “No hay separación... Es más, se está trabajando en la edición de un DVD a mitad de año, así que ni siquiera es un sabático”
. Sobre el misterioso cartelito de “Sitio en mantenimiento” que aparece en el sitio del grupo, nos dijeron que “estamos trabajando en una nueva versión de la página, cambiando de servidor, si la banda se separara no la estaríamos actualizando”.
La última actividad del grupo había sido el concierto que dieron el 27 de noviembre en el estadio Unico de La Plata, donde se anunció el parate debido a la operación del cantante. “En aquel momento ya se había barajado la idea de tomarse un tiempo”, aunque en ese tiempo se habló de “cinco o seis meses”.
También hace poco se los nombró como posibles participantes del -por ahora postergado- recital a beneficio de las victimas de Cromañon que se haría en Velez. Sobre el mismo no hay confirmación oficial. “Creo que LEON (GIECO) llamó a alguno de los chicos”.
Mientras se espera la vuelta para noviembre en un estadio de futbol a confirmar, las versiones hablan de que ANDRES CIRO escribiría los guiones para un nuevo programa de América, en el que participaría MEX URTIZBEREA. Se desconoce las actividades que realizarían el resto de los integrantes.
Dicen que cuando el río suena... agua trae. Por el momento la desmentida de una separación es clara y enérgica y no habría motivos para dudar de la misma. Piojosos, pueden estar tranquilos.

Fuente ElAcople.com

domingo, marzo 20, 2005

Show a Beneficio

Vélez o Ferro serían los escenarios en los cuales CALLEJEROS se presentaría con el fin de recaudar fondos destinados a las víctimas del incendio en Cromañón. La reunión se realizaría en el marco de un festival masivo y benéfico.
Parece que el principal impulsor de la idea sería LEON GIECO, quien habría llamado personalmente a los músicos para convencerlos de volver a los escenarios. Según un matutino, el santafecino habría tenido el ok de bandas como LA RENGA, LOS PIOJOS y LAS PELOTAS.
“LEON se acercó para darnos su apoyo. Acá hay un proyecto pero no se realmente bien cuál es. Creo que nos invitó a grabar un tema en su disco” dijo EDUARDO VAZQUEZ, entrevistado en Córdoba.
Según el weblog del periodista Luis Majul (Sí, Luis Majul) “Callejeros va a volver a tocar y cantar. Están analizando la mejor manera de hacerlo. El Pato quiere que sea en un estadio muy grande, a beneficio de las víctimas, familiares y sobrevivientes de la tragedia. Y también para ayudar de las bandas chicas y sin recursos que quieren y no pueden actuar... podría volver a tocar en River, en Boca, en Vélez o también en la calle, al final de una de las marchas de los familiares de las víctimas... Lo que los impulsó fue un llamado telefónico de LEON GIECO”.
El periodista también cuenta que “GIECO les propuso hacer un disco a beneficio, y les sugirió que hicieran el esfuerzo de escribir y ponerle música a una nueva canción”. Estas declaraciones habrían sido hechas en las oficinas del abogado de la banda el pasado jueves 10 de marzo por PATO FONTANET.
Los rumores sobre la posible reunión del grupo empiezan a tomar forma y de a poco se empiezan a conocer algunos detalles. A medida que se vayan confirmando más datos te los iremos informando. Ampliaremos.

Fuente ElAcople.com

viernes, marzo 18, 2005

Los Piojos despidieron el año en La Plata

Con un recital contundente que se prolongó hasta la medianoche, Los Piojos concretaron este sábado en el Estadio Unico (25 y 32) el último show del año, ya que a partir del mes que viene Andrés Ciro Martínez, su cantante, comenzará una larga tarea de rehabilitación luego de ser sometido a la operación de sus rodillas.
Si bien no hubo una confirmación oficial, cerca de 40 mil personas deliraron con los temas de esta banda, que aprovechó la oportunidad no sólo para tocar los temas de su último disco, Máquina de sangre, sino que también realizó un repaso por sus anteriores placas, para el regocijo de aquellos que supieron conocerlos cuando el Club Atenas y el ex canal 2 de la calle 36 le quedaban bien en cuanto a convocatoria.
Para el show de anoche, desde la página oficial (lospiojos.com) se había habilitado una sección en la que los fanáticos podían elegir sus temas favoritos. Por eso fueron desfilando canciones desde Chac tu Chac hasta Máquina de sangre, pasando por Tercer Arco, Ay Ay Ay y Azul.
Los Piojos vienen de tocar en Rosario (el 12 y el 13 de noviembre, en el estadio cubierto de Newell’s) ante 15.000 personas. Antes lo habían hecho en Montevideo, Uruguay, en el festival Centenariazo y varias ciudades de España: Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Mallorca y Granada. Además, habían completado una muy extensa gira por nuestro país, en la que más de 150 mil piojosos los acompañaron en todos los shows que dieron. Justamente, de esa gira salió el video clip que acompaña el nuevo corte de la banda: Amor de perros.
Ciudad piojosa
Desde temprano, las adyacencias del Estadio Unico se fueron poblando de jovencitos con remeras y gorras de la banda, que hicieron el aguante a sus ídolos en la despedida del año, que tuvo como contexto una noche magnífica para disfrutrar de un recital al aire libre.

Fuente DiarioDeHoy.net

Quilmes Rock 2004: Toma 9

La espera más larga entre acto y acto se daría con la banda del Palomar. La gente llenaba las plateas y el campo. Poco a poco se iba poniendo insoportable, el cielo amenazaba con flashes viniendo del norte. La ansiedad inundaba el estadio, algunos prendían las bengalas antes de tiempo, se agitaban banderas, se corría buscando un mejor lugar y hasta se apostaba una cerveza a mano de un tema u otro con que comenzaría el show.
El reloj acusaba 21:40, las luces se apagaron y un telón blanco se desplegó tapando por completo el escenario para servir de pantalla gigante y poder ver la entrada desde camarines de Ciro y compañía. Pero no solo eso: transcurriría la mitad del primer tema, "Cruel", y veríamos la presentación como en el cine. Por fin la tela cayó y la multitud estalló. "Taxi Boy" y "Te diria" antecederían el "...buenas noches, qué bueno es tocar nuevamente en casa...".
Soberbio a la hora del sonido, aplastante en la selección de tracks y una entrega manifiesta podría ser el resumen exacto de lo sucedido en el gran cierre de un festival que merecía tamaño show para la clausura. El gentío agradecido bailaba, saltaba y se entregaba a cada tic del cantante, festejando y haciéndolos suyos. No faltaron "Marado", "Dientes de Cordero", "Pistolas", "Los Mocosos", "Ando Ganas", el más pedido por el público en la pagina web, y "El Farolito" que sirvió junto con "La Rubia Tarada" para presentar a cada uno de los integrantes, solo mediante, y finalizar la primera parte. Habían transcurrido más de dos horas desde el comienzo, pero faltaba más.
Un ring se armó en la punta de la pasarela y vestidos para la ocasión, incluyendo la bata de Sandro en los hombros de Andrés Ciro Martínez, "Como Alí" abriría los bises que incluirían todos clásicos. Al ya nombrado se sumarían "Babilonia", "El balneario de los doctores crotos" (incluida la murga de los plomos), "Genius" y "Finale" marcaron el ya inevitable final del show y del festival.
A esta hora sólo quedan felicitaciones y agradecimientos, pero serán parte del balance que haremos en tiempo y forma pertinentes. Hoy por hoy solo podemos decir que el rock nacional esta más vivo que nunca y la gente lo fogonea para que siga así. Bendito sea el fuego divino. Chau y gracias por acompañarnos en este periplo.

Fuente Rock.com.ar

Con un gran show final de Los Piojos, termino el Quilmes Rock

Ahora bien: ¿cómo intervienen Los Piojos –causa principal de las 30 mil personas que asistieron al cierre del Quilmes Rock– en este péndulo ideológico que muestra al rock patrio menos homogéneo de lo que se cree? Poco hay para ubicarlos en la vía-Filippi. A lo sumo, la misma bandera del Che que flameó en ambos shows y que, en el contexto argentino y piojo, adquiere otro significado. En verdad, la habitual ronda que la numerosa banda de fanas de Villa Fiorito improvisa alrededor de una bandera cada vez que suena Los mocosos, recuerda más a la que hacían los militantes de la JP en tiempos de primavera camporista que a las disciplinadas marchas de los muchachos trotskistas. Como ejemplos más cercanos, tal vez, los botines de Maradona que colgaron del micrófono como previa de Maradó y el posterior “el que no salta es un inglés” sustentado en imágenes del Diego con la celeste y blanca, la bata de Sandro que Andrés Ciro se calzó para cantar Como Alí, o el montón de banderas argentinas entre la gente también ubican más cerca a la banda de El Palomar de la argentinidad dominante que de las propuestas internacionalistas –y clasistas– de Cabra & company. Parte de esta dialéctica (lúdica o no) puede trasladarse a las propuestas musicales sin forzar intenciones: el hip-hop personal y furioso que aplica Las Manos –cada vez menos cumbancheros– colisiona con el sonido rioplatense (murga, cumbia y tango negro) de Flavio y La Mandinga, y que tan bien demostraron el viernes pese a la lluvia que amagó escupirles el asado. También con buena parte de la propuesta sonora de Los Piojos... un poco stones en Fantasma o Cruel, pero percusivos y latinoamericanos (Desde lejos no se ve, El balneario de los Doctores Crotos), amagaron eternizar su show hasta que les avisaron que había tiempo hasta las doce y diez. ¿La causa?... una caótica versión de El Farolito que duró ¡20 minutos! La maratónica improvisación dio tiempo para el lucimiento de Tavo, del Changuito Farías Gómez, Chuky De Ipola, que se despachó con un solo de teclado rayano con el jazz y de ambos guitarristas (Tavo y Piti), que se vengaron de algunos desacoples que habían desteñido la versión de Taxi Boy, y para que el carismático Ciro introduzca su ya infaltable remake de La rubia tarada en el medio. Los Tipitos también tomaron parte en ese juego. Después de un muy buen show –cancionero y melodioso–, reconocieron cuánto le deben a Las Manos en términos de actitud independiente y antiindustria. Mimi Maura y La Mississippi, en cambio, se plantaron en plan de entretener a una audiencia ansiosa de piojos, y zafaron. Mimi con su seducción natural, la trajinada banda de rhythm & blues aportando clásicos de su prolongada carrera, más una nunca tan apropiada danza de la lluvia, completando con sonidos a la invitada más inesperada del último capítulo del Quilmes Rock, cuya heterogeneidad alcanzó el cenit sobre la hora.

Fuente Página 12

El rock tuvo su festival más convocante

Despedida mágica. A las 21.30, comenzó ayer el show del grupo Los Piojos, con el que se cerró la segunda edición del festival Quilmes Rock, en la cancha del club Ferro Carril Oeste. En una pantalla gigante, y ante unas 30.000 personas, se vio reflejado el momento en que los integrantes de la banda salían de camarines y subían al escenario, cubierto con un telón blanco, que sólo se corrió luego de que se dispararan las primeras bengalas y de las estrofas del tema "Cruel", que hizo vibrar a los que habían colmado el estadio desde temprano. Los Piojos cantaron lo mejor del repertorio e hicieron delirar a sus fans con "Taxi boy", "Te diría", "Amor de perros", con Mimí Maura como invitada y haciendo vibrar al público con el clásico "Maradó".

Fuente La Nacion On Line

Los Piojos brindaron un impecable show en el Don Bosco

RIO GRANDE.- «Los Piojos» se presentaron anoche en Río Grande ante 8 mil personas, en el Gimnasio del Colegio Don Bosco y mañana lo harán en Ushuaia ante 6.500 fans, en la ex Planta Renacer, en el marco de su gira patagónica. Se trata de un evento organizado por la Secretaría de Cultura de la Provincia.El Don Bosco fue colmado de jóvenes que no pararon de saltar y cantar los temas que presentaron de su último disco «Máquina de Sangre» y los temas de su extensa trayectoria.Esta es actualmente una de las bandas más importantes de la Argentina. Sus shows son seguidos por multitudes que se reúnen en verdaderas fiestas rockeras y con gente que llega desde distintas partes del país.La última -y única vez- que estuvieron en Río Grande fue en el año 2002, cuando ofrecieron un show impecable en el Club San Martín. Desde entonces, la espera se tornó larga pero el momento finalmente llegó para los jóvenes.Al grupo de rock lo integran el cantante Andrés Ciro Martínez, el bajista Miguel Angel «Miki» Rodríguez, los guitarristas Gustavo Kupinski y Daniel «Piti» Fernández, el tecladista Alvaro Torres, el baterista Sebastián Cardero y el percusionista Facundo ‘Changuito’ Farías Gómez.El sábado en Conferencia de Prensa, luego de las pruebas de sonido, «Miki» Rodríguez y «Piti» Fernández dialogaron con la prensa. «Somos un grupo que no reniega de ningún género -indicó «Piti» Fernández- escuchamos mucha música, y a la hora de componer utilizamos la propia y la fundimos con otras que también influyen».Los integrantes del grupo de rock manifestaron su satisfacción por tocar nuevamente en la provincia «está bueno, saber que nos van a ver 8 mil personas en un lugar tan alejado es impresionante».En cuanto a la actualidad social y política, expresaron «Sabemos que tenemos un lugar importante, y que los chicos que nos vienen a ver escuchan atentamente lo que decimos, es una responsabilidad muy grande, pero queremos lo que quiere cualquier argentino, trabajo, salud, seguridad y que el país salga adelante».El evento contó en Río Grande con un gran dispositivo de seguridad. Hubo decenas de personas dedicadas al tema seguridad, tanto en el interior como en las adyacencias del gimnasio. Lo mismo ocurrirá mañana en Ushuaia donde se dispondrán efectivos, femeninos y masculinos, para que revisen a las mujeres y hombres que concurran al show de «Los Piojos».

Fuente Surenio.com.ar

Crónica de una noche "piojosa" en la Vieja Estación

Tuvieron que pasar casi tres años para que Jujuy sea nuevamente presa de Los Piojos. Pero tal espera se convirtió en ansiedad y fiesta para las......más de 7500 almas (sin contar los 3500 que no pudieron entrar) que poblaron la Vieja Estación el último domingo, en un ritual que ya es un clásico del rock nacional.El show, que duró algo más de dos horas y media, formó parte de la gira nacional que tiene como fin la presentación de su último trabajo "Máquina de Sangre" (2003).Si bien la función estuvo anunciada para las 19.30 Hs., todo se inició con una hora de retraso. Pero esto poco importó a los "piojosos" que llegaron desde el interior de la provincia e incluso desde Salta (en gran número), Tucumán, y los más fanáticos desde Capital Federal.El explosivo arranque de "Desde Lejos No Se Ve", dejó al descubierto la implacable demostración de imágenes, luces y sonido. Porque cabe resaltar que el espectáculo es el mismo que los llevó a llenar el Estadio Monumental en Diciembre del 2003 y "copar" dos veces Vélez Sarsfield en Mayo de éste año.A partir de ahí la banda liderada por Andrés Ciro Martínez desplegó una lista de temas compuesta por "María y José", "Ay Ay Ay", "Taxi Boy" y "Maradó", la primera "gran perlita" de la noche incluyendo la aparición de los botines "del 10" (según Ciro, por Maradona), para desplegar uno de los momentos mas emblemáticos de la velada.Después se sucedieron clásicos como "Tan Sólo", "Y Que Más", "El Farolito" (incluyendo estrofas de un himno de Sumo como lo es "La Rubia Tarada"), "Pistolas"; alternando con futuros hitos como "Fijate" (a cargo de Miky Rodríguez), "Reggae Rojo y Negro" (por Piti Fernández), y "Motumbo" (de Máquina…), entre otros tantos.Es de remarcar, el incuestionable despliegue de Tavo Kupinski en guitarra y de Sebastián Cardero en batería, quienes coparon todas las expectativas que se suscitaban en torno a una de las bandas más grandes del país.Para el cierre, estuvieron destinados el infaltable "Como Alí" que demostró la inherente calidad de hit que goza el tema, demostrado en el público que lo esperaba con gran ansiedad; "El Balneario de los Doctores Crotos" para que Ciro reclamara "a ver Jujuy como baila la murga", concluyendo con "Finale" incitando el despliegue de banderas.Como balance, se puede decir que fue una noche de fiesta en La Vieja Estación, "un ritual sin calma". Para Martínez "un momento inolvidable de la banda". Para los "piojosos" presentes un momento histórico digno de un show de primer nivel, de esos que hacen falta en Jujuy. JAD tuvo la oportunidad de hablar con uno de los organizadores del mega evento del rock que tuvo a Jujuy de sede “piojosa” el domingo pasado. El empresario se mostró satisfecho por la convocatoria indicando “Jujuy se está convirtiendo en un punto importante, porque años atrás esto no pasaba”.“Una de las claves, afirma, es el fervor y las ganas de la gente, es increíble”, además contó algunas perlitas del lado oculto de los espectáculos, las exigencias de las estrellas del rock. Por ejemplo, a Ciro tuvieron que conseguirle una camilla y un kinesiólogo para hacerle masajes pos operatorios, para Charly se tuvo que armar un camarín “de luxe” con telas, ventiladores, incienso y espejos de figura completa.
Fuente Jujuyaldia.com.ar

Los Piojos despertaron el fervor

Unas 7 mil personas asistieron al concierto de Central Córdoba.La fiesta previa empezó temprano, con una verdadera multitud que abordó bares y kioscos de los alrededores, sin que faltaran los que aumentaron -para la ocasión- el precio de la cerveza. A tono con esos excesos, un recurrentemente mal planteado operativo policial repitió los abusos ya sufridos por los asistentes en anteriores encuentros masivos de la misma productora local.Pese a todo, la gente continuó ingresando con el entusiasmo intacto hasta que a las 23.45 el impecable dispositivo de sonido y luces puso en escena a la banda de Ciro, que arrancó con Desde Lejos no se ve y desarrolló, durante dos horas, una compacta play list de 22 temas, incluyendo varios del último álbum Máquina de Sangre. Después sumarían otra media hora en la que explotó el hit Como Alí y el ya clásico Verano del 92. "Hermoso Tucumán, nos sorprendieron, me dicen que hay 7.000", dijo el líder de Los Piojos promediando el show, ante un público que no paró de bailar y saltar casi en ningún momento, al compás de canciones como Amor de Perros, Dientes de Cordero, Labios de Seda, Farolito y el mismísimo Yira Yira. Como de costumbre, la emoción colectiva se abrió en el rezo laico y atronador que da comienzo a Maradó, acaso el himno más bello que un artista le haya dedicado alguna vez al 10.Ese mismo público festejó los solos instrumentales de cada músico, que se lucieron a la vieja usanza de los conciertos de rock. Y fue el cómplice plural e insobornable que propició la vuelta del combo al escenario tras la primera despedida. El vestuario desplegó las habituales batas de boxeador, camisetas futboleras y algún otro disfraz, mientras la imponente escenografía se resolvía en dos piojos gigantes a ambos lados del escenario y la acostumbrada pantalla que proyectaba clips y devolvía la imagen del mar de cabezas ondulantes.El stand de merchandising oficial, a la entrada, seducía con las remeras multicolores y los diseños distintivos de la tribu, que se hizo presente con trapos que denotaban las más diversas y lejanas procedencias, desde Garín a Santiago del Estero, pasando por barrios y ciudades de nuestra provincia.Fue masiva la presencia adolescente, y hasta se vio a familias enteras que circulaban y bailaban tomadas de la mano. La fiesta concluyó pacíficamente, pasadas las 2.30 de la madrugada del sábado.

Fuente ElSigloWeb.com.ar

Un ritual norteño

Más de 7.000 piojosos se convocaron en Tucumán para ver a Los Piojos y su "Máquina de Sangre".

Bengalas, bombas, trapos y remeras agitadas. Lo de siempre pero, esta vez, con un agregado especial: Los Piojos en el escenario. Tucumán recibió a la banda de El Palomar por tercera vez el viernes pasado. Y, para sorpresa de muchos, más de 7.000 personas se reunieron a presenciar el esperado ritual, que incluyó gente de Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Jujuy, Mendoza y Buenos Aires.
Un gran escenario con dos piojos de máquina naranja a los costados, una pantalla que proyectaba imágenes y el vivo; y el sonido que los acompañó, muy prolijo, durante toda la noche. “Desde lejos no se ve”, “Taxi boy” y “Labios de seda” fueron la trilogía que hizo estallar en el comienzo. Los clásicos hicieron valer la espera y los piojosos comenzaron a bailar hasta el final del show, que se extendió durante tres horas.
Más tarde, los botines en el micrófono anunciaron “Maradó”, mientras la pantalla rememoraba los mejores goles de la historia del 10. Los temas de Máquina de sangre fueron coreados y pogueados por todos, mientras que los clásicos hicieron estallar a los nostálgicos. “El farolito”, “Ando ganas”, “Fijate” y una versión distinta de “Verano del ‘92” (anunciada como “Ahora vamos a tocar...” ) hicieron prender las bengalas, mientras un enigmático hombre con capucha de mono (nunca identificado) se paseaba un par de veces por detrás de los músicos.
Los bises llegaron “Como Alí”. Los Piojos salieron con las batas verdes a noquear, mientras la pantalla mostraba imágenes de Mohamed. El show comenzó casi dos horas más tarde de lo previsto pero, sobre el final, Andres Ciro explicó: “No queríamos ningún tucumano lastimado. Esperamos a todos para que no se armaran avalanchas afuera”. Disculpados, con aplausos, Los Piojos comenzaron a despedirse. A Toto y al Negro se les sumó Martín para bailar en el “El balneario...”; y el “Finale” hizo levantar los trapos de todos los rincones.
La Máquina de Sangre arrasó con todo y se despidió hasta la próxima. En camarines la fiesta continuaba, pero más tranquila. Amigos, fans y organizadores ya calmados, tomaban algo para tranquilizar los ánimos. Al rato, un productor arengaba para partir... la fecha en Jujuy esperaba ansiosa.

Fuente Rock.com.ar

Espectacular recital de Los Piojos en Jujuy

Un espectacular recital brindaron “Los Piojos”, en nuestra provincia. Con un lleno total, y mas de 3 horas de recital en la Ex Estación, el grupo musical no defraudó a los presentes a esta convocatoria, quienes vieron satisfechas las expectativas que el popular grupo viene mostrando en diversos recitales que realiza en distintas partes del país. El grupo integrado por Sebastián “Rogger” Cordero en batería, Miguel “Chucky” Di Ipola en teclados, Daniel “Piti” Fernández en guitarra, Gustavo Kupinsky en guitarra, Andres Ciro Martinez en voz, guitarra y armónica y Miguel Angel “Miliky” Rodríguez en bajo, dieron todo el repertorio que se les conoce en materia de música, demostrando porque siguen vigentes de popularidad en nuestro país. Luego de la presentación en River de su último trabajo “Máquina de sangre”, los jujeños también pudieron disfrutar de este trabajo, como así también de otros temas tales como “Chatuchac”, “Ay, ay, ay”, “Tercer arco”, entre otros. El grupo llegó a nuestra provincia e inmediatamente viajaron hacia el norte para conocer las bellezas de la Quebrada de Humahuaca, como así también otros lugares turísticos de la provincia, tal es el caso de Tilcara y Purmamarca. Una nueva presentación de uno de los grupos musicales del momento, colmó las expectativas del exigente público jujeño que no salió defraudado con este espectáculo que se ha brindado en nuestra provincia.

Fuente CiudadJujuy.com.ar

Tucumán sorprendió al grupo Los Piojos

La popular banda de rock había previsto un recital íntimo y debió tocar para una multitud de más de 7.000 personas. Durante casi tres horas “Los Piojos” compartieron con más de 7.000 tucumanos una fiesta que, seguramente, quedará en la historia del rock en esta provincia.El show estuvo cargado de los justos homenajes a los que esta banda tiene acostumbrado a su público. Hubo que esperar alrededor de dos horas y media para que la “Máquina de sangre” se pusiera a andar. Y lo hizo con un clásico de “Azul” (“Desde lejos no se ve”). Eso bastó para que la locura estallara y no se detuviera hasta cerca del final del espectáculo, cuando algunos temas más suaves permitieron que “los piojosos” recuperaran el aire para terminar la noche con más baile. La demora en el inicio del recital estuvo justificada. Andrés Ciro Martínez (voz y líder de la banda porteña), al promediar el segundo de los tres bises que hicieron, explicó que esperaban mucha menos gente, que la venta de entradas anticipadas les hacía prever algo más íntimo, y que a última hora la organización se vio desbordada por la multitud. Afortunadamente, adentro del Club Central Córdoba no hubo ningún problema.De otras provinciasPero no sólo de varios barrios de la capital tucumana llegaron los “piojosos” con sus banderas. Había gente de Andalgalá (Catamarca), Sumampa (Santiago del Estero), de Jujuy, de Salta y de varias localidades de Buenos Aires. El recital se hizo en el espacio techado del club, y no en la amplia cancha, justamente porque los productores porteños temían que les quedara grande. Pero el público tucumano les demostró lo contrario colmando totalmente el recinto.Con sello propioLos homenajes, siempre con el sello de “Los Piojos”, incluyó “Yira, yira”, de Discépolo (tema incluido en su disco “Chactucha”) y “La rubia tarada” (de “Sumo”, pero en una versión mucho más dura). Por supuesto que Diego Maradona tuvo, como siempre pasa en los recitales de esta banda, su reivindicación pública. Ciro colgó del micrófono los botines que “el 10” le regaló, y arrancó con “Maradó”, el tema que le compuso especialmente. La pantalla gigante ubicada detrás del impresionante escenario, reprodujo incansablemente durante 8 minutos algunos de los mejores goles de la estrella del fútbol. El Himno Nacional, tocado sólo por Ciro con su armónica, hizo detener hasta el humo de los choripanes y el silencio del público se cortó sólo en las estrofas finales, cuando la gente acompañó al cantante con onomatopeyas. Ciro, convertido en sex symbol adolescente del rock argentino, mereció decenas de gritos de enardecidas chicas que, al hombro de sus novios, llegaban a sacarse las remeras para ofrendárselas a su ídolo.La de “Los Piojos” fue una fiesta con todas las letras. Era imposible permanecer quieto aunque sea un minuto. El baile sólo se interrumpía, en algunos sectores, cuando desde el fondo del club aparecían las bengalas que agregaban color a la fiesta.

Fuente LaGaceta.com.ar

El ritual de Los Piojos se hará en Central Córdoba

La banda de rock se presentará a las 21. El grupo es uno de los más convocantes en todo el país. “Nuestras presentaciones son una fiesta para disfrutar”. De este modo, el bajista de “Los Piojos” se refirió al famoso “ritual piojoso”, que esta noche se repetirá en Central Córdoba, a partir de las 22, de la mano del líder del grupo, Andrés Ciro Martínez.El bajista “Miki” Rodríguez habló con LA GACETA y contó que en el recital de hoy, la banda interpretará los temas de su último álbum (“Máquina de sangre”) y una cantidad de canciones de otros discos.De ser una banda de barrio, “Los Piojos” se convirtió en una de las más convocantes del país. “Por suerte, tuvimos una carrera de ascender lentamente, lo que nos dio la tranquilidad de seguir siendo las mismas personas; no nos modificó demasiado el éxito y somos los mismos amigos de hace 15 años. Esto es lo que tratamos de compartir en los shows, que es el famoso ritual piojoso”, señaló el bajista del grupo. Luego contó que, si bien el público es mayoritariamente adolescente, “concurren muchos padres con sus hijos, así que tenemos un público muy variado”.Respecto del rock que crean, Rodríguez dijo: “tratamos de no encasillarnos. Es muy difícil buscar un cliché, porque nos copan muchas músicas diferentes, y por eso es casi imposible clasificarnos”. Finalmente admitió: “en las canciones hay muchos momentos para mover el cuerpo, y otros para reflexionar, porque nuestras letras dicen cosas que suceden en la realidad, y se reflejan”.

Fuente LaGaceta.com.ar

Los Piojos llevan más Máquina de Sangre por la Argentina

El grupo Los Piojos continuará hasta fines de octubre llevando su más reciente álbum "Máquina de sangre" por las ciudades de Tucumán, Jujuy, Ushuaia, Río Grande, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, Plaza Huincul, Bariloche, Bahía Blanca y La Rioja. Tras un par de rituales en el estadio de Vélez Sársfield, presentaciones internacionales y recitales en Córdoba, Mendoza y Santa Fe, el grupo encabezado por Andrés Ciro Martínez sigue haciendo sonar las canciones de su más reciente producción discográfica. Las fechas confirmadas del extenso raid incluyen shows en Club Central Córdoba de San Miguel de Tucumán (el 30), La Vieja Estación del Ferrocarril de San Salvador de Jujuy (el 1 de agosto). Además, actuarán en la planta de la fábrica Renacer -recuperada por sus trabajadores- en Ushuaia (el 8 de agosto), el Polideportivo Municipal de Río Grande (el 10), Río Gallegos (el 12), Club Huergo de Comodoro Rivadavia (el 14) y Club Racing de Trelew (el 16). También en agosto, el combo oriundo de la ciudad bonaerense de El Palomar estará en Estadio Ruca Che de Neuquén (el 21), en Ruca Dance de Plaza Huincul (el 22), en Club Bomberos de Bariloche (el 24) y en Club Universitario de Bahía Blanca (el 28). Tras dos meses de descanso, y con 90 días de atraso en relación a la fecha originalmente prevista para ese show, el tour musical piojoso desembarcará, el 28 de octubre, en el Estadio Centro de La Rioja.

Fuente LaHelice.com

Los Piojos presentarán su Máquina de Sangre

La cita será el viernes en el estadio de Central Córdoba.
El grupo con mayor poder de convocatoria en todo el país actuará por tercera vez en Tucumán. “Los Piojos”, una de las bandas de rock and roll más convocantes, llegará por tercera vez a Tucumán y presentará su último disco, “Máquina de sangre”.
El recital se hará el viernes en el estadio de Central Córdoba, a las 21.Andrés Ciro Martínez (voz, guitarra y armónica), Sebastián "Rogger" Cardero (batería), Daniel “Piti” Fernández (guitarra), Gustavo Kupinski (guitarra) y Miguel Angel “Miki” Rodríguez ( bajo) comenzaron la carrera en 1988, y hasta el momento grabaron 8 álbumes. En estos momentos, junto a la “Bersuit” y a “La Renga”, es el grupo con mayor poder de convocatoria en todo el país. En las dos presentaciones anteriores en esta ciudad, un público preferentemente adolescente colmó las instalaciones del club de Villa Luján.En sus inicios tuvieron fuertes influencias de los Rolling Stones, pero luego se identificaron con el folclore rioplatense (fundamentalmente, el tango y candombe).En el 90 recibieron un espaldarazo fundamental en su carrera, porque “Los Redonditos de Ricota” los señalan como la banda revelación del año. Incluso, Skay Beilinson participa como músico invitado en un concierto del grupo. Llenaron RiverA mediados de 2000, llenaron siete veces el Estadio Obras, con “Divididos” , “La Renga”,“Viejas Locas”, Alejandro Sokol y “Los Auténticos Decadentes”, entre otros invitados. Y en diciembre de 2003 se animaron a River y lograron llenar el estadio con más de 60.000 personas para celebrar el ritual. En ese año, la banda editó el disco “Máquina de sangre”. En 2004, la banda logró reunir a 90.000 personas en dos shows realizados en el estadio de Vélez Sasfield.

Fuente LaGaceta.com.ar

De chico soñe con esto

Andrés Ciro Martínez está en la casa de un amigo en El Palomar, uno de los lugares más citados desde que se convirtió en referente biográfico de la cultura piojosa. Atiende a este medio desde su celular. Es difícil creer que ese tipo parco, de palabras tímidas y respuestas cautelosas, se cargue un estadio al hombro, a fuerza de carisma y magnetismo teatral, apenas pisa su escenario. Y que por esto mismo sea señalado como la cara de un fenómeno que marcará una época: los años en los que la sensibilidad bullanguera, nacional y popular, llenaba estadios, quebraba brechas generacionales y se imponía en las bateas.
Andrés Ciro trata de esquivar la reflexión sobre el lugar que ocupa como icono del fenómeno social y cultural que su banda genera. Pero quizás sus seguidores, tampoco se lo pidan. Finalmente, todo está dicho en las canciones y es el llamado ritual piojoso, donde la catarsis grupal vive su nirvana. El público mendocino lo sabe bien, está llamado a convertirse en el eje extramusical de cualquier recital que monten Los Piojos. Se trata de una convención que influye, inclusive, en el universo cancionero del grupo. Explica Ciro: “Tengo en cuenta el hecho de transmitir algo en vivo como si se tratara de un texto teatral, que tenga un cierre de sentido. No hay que perder de vista que existe alguien que escucha. La música es para la gente más que el regocijo de uno mismo. Uno escribe pensando en la comunicación directa con la gente que tiene enfrente. Y en ese momento, las letras crípticas, pensadas en función del disco, de una obra sonora, no funcionan. Los discursos tienen que ver con el show en vivo”.
La banda estuvo el año pasado: hizo dos fechas en Pacífico. “Esa vez creo que tocamos sólo dos temas de Máquina de Sangre”, recuerda el cantante. Mañana y el sábado (ver aparte) presentarán este trabajo y el repertorio habitual para que el tan mentado encuentro con sus fans suceda una vez más.
-Vienen de meter noventa mil personas en el estadio de Vélez Sársfield. ¿Cómo se baja de esa adrenalina y se preparan para un show un poco más acotado?
-Cuesta un poco volver, adaptarse. Porque uno viene volando y debe aterrizar, necesariamente. Es un proceso que sucede de a poco y lleva un par de días. Pero no creo que estemos hablando de un show más acotado. El hecho de tocar en un lugar cerrado hace que el show sea más caliente. Además, como la gente del interior no nos ve tan seguido, hay otra energía, otra adrenalina. En algún punto, termina siendo muy emocionante.
-¿Y cuál es la motivación cuando, por el éxito que tienen, ya tienen un sí de antemano?
-El sí en esta vida no lo tiene nadie. Si nosotros hacemos una canción o un disco que al público no le guste vamos a tener un no seguro. Siempre puede pasar eso, a la gente no la podés manejar.
-En Motumbo hay una línea que dice: “Rompe si ya no estás creyendo”. ¿Qué cosas te harían romper con este proyecto actual?
-Creo que para que algo se rompa primero tiene que bajar. En todo caso, trataré de que eso no pase. Una de las formas es tratar de no repetirnos ni aburguesarnos. Fijate que siempre estamos en esa búsqueda. Si escuchás los hits vas a ver que ninguno se repite, que no hay una fórmula parecida. No creo que haya límites para un grupo de rock. Hasta en el estilo más antiguo que abordamos, hasta el más tradicional, ponele blues o rhythm & blues, nos queda mucho por aprender.
-Es muy difícil convertirse en un ídolo en este país ¿cómo lo manejás en tu cabeza?
-No tomo ninguna precaución. Ni pienso en esto. Sí, trato de cuidar a la gente que me rodea, como haría cualquiera. Pero tampoco es que tenga problemas con las personas que me conocen. Ellos están felices si a mí me va bien. Además de chico siempre soñé con esto.
-¿Ser famoso?
-Tocar en una banda y llenar estadios.
-¿Y ahora con qué soñás?
-No es que ahora sueñe con ser astronauta (se ríe). Ahora sueño con mantenerme. En este momento nos va muy bien pero lo más difícil es mantenerse.
-En Dientes de Cordero le cantás a los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001. Después de todo lo que pasó, ¿como ves a Néstor Kirchner?
-Me gustan algunas cosas y otras no tanto. Al principio me interesó su discurso sencillo. No vendía nada que no fuera a hacer, como sí lo hizo el menemista. Ya desde el discurso de asunción presidencial, la emoción que transmitía, el hecho de que estuviera con la hija y todo eso me pareció algo opuesto a lo que era el turco. Pero también es cierto que todavía no sabemos si realmente va a haber una reactivación de la economía. Hay que esperar.
-Sos lector de Jauretche, quien ha hecho una radiografía muy aguda del medio pelo argentino. Me imagino que ahora se te acercarán muchos...
-Les corto el rostro, me doy media vuelta y me voy...
-¿Son muy cerrados como grupo?
-Lo que pasa es que cuando te empieza a ir bien, se te acerca cada uno... Siempre aparece alguno que te ofrece la última maravilla...
La máquina está en marcha
-¿Dé dónde salió el nombre Máquina de Sangre?
-Se me ocurrió en una gira. Estábamos en Córdoba. Me di cuenta de que detrás de las canciones y la música había un montón de gente, las estructuras que mueven Los Piojos a nivel de organización. Todo, en definitiva, depende de la transpiración y de la sangre para que signifique algo. Por otro lado, tiene muchas implicancias porque el disco tiene mucho corazón. Toda esa sangre hace que ese corazón lata y se comunique de alguna manera.
-¿Cómo te ves de aquí a 10 años?
- No sé, creo que ni sé lo que voy a hacer en media hora.
-¿Entonces, cómo te gustaría que se recuerde a la banda en alguna “enciclopedia” del rock argentino?
-Me parece que no me importa. Prefiero que lo haga la gente. Sí, que la gente nos recuerde con cariño, con nostalgia y admiración. Como pasa con los músicos que para uno han sido muy importantes en algún momento de la vida.
Guía para los dos rituales en Pacífico
Habitualmente, los show de Los Piojos son muy bien organizados. La clave de mañana y pasado será la puntualidad. La banda pidió apertura de puertas para las 19, porque su idea es comenzar exactamente a las 21. Para ello, se recomienda llegar con anticipación y prestar atención a los accesos asignados. Desde las 18, todos aquellos que no posean entradas las podrán adquirir en las boleterías del estadio. Igualmente, hasta las 16 del día viernes se podrán comprar en los lugares establecidos, como son Tarjeta Nevada y Mohicano Rockería. También se solicita no llevar pirotecnia, fuegos de artificio, elementos contundentes, cámaras fotográficas y filmadoras y botellas.
Los Piojos llegan a este doblete después de llenar dos veces el estadio de Vélez y de tocar durante dos días en el Superdomo Orfeo de Córdoba. Los próximos shows serán en Santa Fe (2 y 3 de julio en el estadio cubierto de Unión).

Fuente Los Andes On line

Si te pica rascate

Los Piojos nuevamente pasaron por Córdoba dejando más de 13mil personas infectadas con su locura. Esta vez las cabezas picaron dos noches seguidas, igual que el año pasado.
Los afiches amarillos inundaban el centro de la ciudad de Córdoba y las entradas se vendían de a cientos. Todo hacía pensar que el jueves 10 de junio y el viernes siguiente serían una sola fiesta. Los Piojos volvían a Córdoba, esta vez presentando Máquina de Sangre.
El jueves las inmediaciones del Orfeo se poblaron temprano. Los más fanáticos intentaros presenciar la prueba de sonido, cosa muy difícil debido a que la estructura del lugar prácticamente no deja escapar sonidos. El show estaba previsto para las 21:30, pero el súperclásico hizo que se retrasara casi una hora. En los pasillos del lugar el comentario se repetía: "Seguro se quedaron viendo el partido".
Las luces se apagan y el piojo rojo situado sobre el escenario se ilumina. Pianos y gaitas suenan mientras cientos de encendedores decoran la escena. Ciro entra tocando en su guitarra Te diría y los problemas de sonido pasan casi desapercibidos entre tanta euforia. Chatctuchatc y Taxi Boy, la locura ya no tiene paralelos y en el campo todos se funden en un solo pogo. Set instrumental y el primer mensaje a su público: "Siempre que venimos, cada vez somos más. Dos Orfeos!", dice un Ciro intentando demostrar asombro. Y es que después de lo logrado en Velez, pocos dudaban que su paso por Córdoba fuera un éxito. Si bien el record lo mantiene La Renga con su show en el Chateau (sin contar la última presentación de Los Redondos), ésta última presentación los dejó peleando cabeza a cabeza con la banda del Pelado Cordera en cuanto a masividad.
Sergio Sanchez se suma para tocar Labios de Seda, y en la pista de baile suena Ay ay ay mientras todos los presentes siguen los pasos de los animadores, cual fiesta en Bariloche. Un tema para los enamorados "de alguien que inexplicablemente sigue con su pareja", y el discurso más aplaudido: "Me voy a nacionalizar cordobés. ¿Ustedes también? (le pregunta a la banda) ¿Y si nos nacionalizamos cordobeses, ustedes nos van a tratar bien?... Yo quiero ser cordobés", dijo Ciro.
Desde temprano una bandera con la imagen de Maradona rezaba la leyenda "dicen que salio de un sueño". En la pantalla imágenes de las mejores jugadas de Diego y en el escenario el ritual del botín y el tema que lo homenajea. Luego, todo vuelve a la normalidad con Babilonia y Dientes de Cordero, para realizar el primer parate para solucionar los problemas de sonido.
La maquinaria a pleno
Cambios de escenografía y el rojo lo inunda todo. Comienzan a caer los temas de su último disco y Fantasma es el primero en llegar. Entrando en tu ciudad, Desde lejos no se ve, Te necesito y, dedicado a los viejos piojosos, Canción de cuna. El show se iba consumiendo poco a poco, pero la energía de la gente estaba intacta. Los temas seguían pasando y Ciro retoma su armónica. En el campo se despliega el trapo más famoso de Córdoba, esa bandera argentina que luce todos los "piojos" de los distintos discos y la frase: "Los crotos de Córdoba", en clara alusión a la "docta". No podía faltar el clásico solo de armónica Ho Susana. Motumbo y después Fijate, interpretado por Miky en el centro de la escena.
Momento de las máscaras y suena el tema Maldiciendo. Las pelotas rojas con la estampa del nuevo logo bailan sobre la gente y desaparecen poco a poco, seguro producto de algún agujero de cigarrillo intencional para ser llevara de recuerdo, mientras suena Farolito y el tributo a Sumo de la mano de La Rubia Tarada. Amagan con retirarse pero los bises eran reclamados fervientemente. Uniformados como en su video clip, vuelven para cantar Como Alí, Shup Shup y El balneario de los doctores crotos. El clásico baile de espaldas con su careta negra y la murga con sus bailarines sobre y bajo el escenario. La despedida fue con Finale, como es de costumbre, mientras nombraban todos los trapos que vestían el lugar.
Un show característico de Los Piojos, solo que más pulido. La puesta en escena fue impecable y los aderezos en escenografía e iluminación fueron contundentes. Una banda que, indiscutiblemente, ha roto las barreras del rock para transformase en ATP (apta para todo público) y llegar así a todo el país. Parecen no tener frenos ni límites y son tan odiados como amados. Por ahora la fórmula del éxito parece estar dando resultados y no hay lugar para la duda cuando se afirma que la maquinaria piojosa tiene mucho por recorrer, y sin grandes sobresaltos.

Fuente Rock.com.ar

Mucho por hacer

El treintañero Andrés Ciro Martínez es el líder, ideólogo y vocalista de Los Piojos, grupo que el próximo jueves y viernes, desde las 21.30 y en el Orfeo Superdomo, presentará Máquina de sangre, su último disco grabado en estudio. Tratándose de una de las bandas más convocantes del país y, más aún, de la que logró trazar un puente entre generaciones, podría decirse que Martínez es una persona muy importante en la vida de mucha gente. Hay razones que ayudan a entender su magnetismo. Con la frase “uno es todos y todos somos uno”, que abría los shows “piojosos” de los ‘90, este lector de Jauretche ayudó a lo que hoy tienen 30 y pico a entender la pauperización de la clase media y a tomar conciencia de que uno mismo es agente transformador de la realidad. Con la alquimia de siempre, resultante de conectar rock & roll con candombe y murga, más la cesión al público de protagonismo durante los conciertos (ellos lograron que el vocablo “ritual” reemplace a “recital”), llegaron al público adolescente e infantil. Y como Los Piojos son contagiosos, los padres de estos adolescentes y niños también son víctimas de un pediculosis rockera incontenible.
Andrés Ciro Martínez es la estrella de rock que todos quieren escuchar. O leer. La Voz del Interior pudo conversar con él a escasos días de haber reunido 90 mil personas en Vélez Sársfield.
–¿Cómo bajar del pedestal después de reunir a tanta gente?–Cuesta un poco volver, adaptarse. Porque uno viene volando y debe aterrizar, necesariamente. Es un proceso que sucede de a poco y lleva un par de días. Es que la experiencia de un concierto es algo que se vive con mucha adrenalina.
–Piensan superar el récord de convocatoria de Los Redondos. ¿Importa la cantidad de gente que se lleva?–¿Cuál es el récord? Ellos hicieron dos River, ¿no? En un momento, se verá. No depende de nosotros, en realidad.
–¿De qué depende, entonces?–De que venga más gente (risas). Nosotros vamos a seguir nuestro camino. Si la gente crece, mejor. Si no, igual seguiremos haciendo música.
Atención, concentración–¿Cómo concentrarse en la música cuando lo que hacés tiene tanta resonancia?–Cuando tirás el primer acorde, ya estás en situación de música. Uno cuando hace música, hace música. Y cuando juega al fútbol, juega al fútbol. Toda actividad demanda toda tu atención y concentración. Y en esto, empezás a tocar y es la música la que la reina. Nosotros disfrutamos zapando, preparando nuevos temas. Y es un medio interesante para rescatar lo más profundo que tenés. Es como el actor súper famoso que gana millones y, de repente, tiene que hacer de taxista que se rompe el c... Mientras hace el asado, uno no piensa en otra cosa que no sea el asado. Hay un cuento zen que dice cuando se barre, se barre.
–¿Les queda algo por probarse? ¿Creés que tocaron un límite y deben cambiar?–No creo que haya límites para un grupo de rock. Hasta en el estilo más antiguo que abordamos, hasta el más tradicional, ponele blues o rhythm & blues, nos queda mucho por aprender.
–¿Qué te produce escuchar que Los Piojos son un fenómeno social y cultural? ¿Creés que se está subestimando tu música?–Eso me produce alegría y, en cierto punto, asombro. Eso se está diciendo mucho ahora, pero hace tiempo que veíamos cosas raras, aunque en menor escala. Fenómenos como que viniera gente grande, o que alguno trajera a sus niños. O que nos manden e mails diciendo que diferentes generaciones de la familia gustan del grupo. Cosas así, ahora pasan en un nivel masivo.
–¿Le encontrás alguna explicación?–Lo que hacemos, llega; esa es una realidad. Siempre usamos un lenguaje directo, claro. No somos elitistas en nuestra manera de expresarnos. A mí siempre me gustaron las letras que me llegan, que se entienden, que me transmiten algo. Eso me interesa más que las palabras sueltas.
–Sos socialista hasta en el uso del lenguaje.–Sí, digamos que prefiero que todos entendamos de que hablamos antes que una cosa elitista. Las canciones herméticas me pueden gustar. De hecho, hice cosas por el estilo. Pero no prosperaron y terminé eligiendo las más claras. Todo esto tiene que ver con el show en vivo. Uno escribe pensando en la comunicación directa con la gente que tiene el frente. Y en ese momento, las letras crípticas, pensadas en función del disco, de una obra sonora, no funcionan. Los discursos tienen que ver con el show en vivo.
–¿Acaso la experiencia-estadio de condiciona a la hora de escribir?–No, no dije eso. Hablo de el hecho de tocar frente a alguien. Sean 100 o 100 mil personas. Uno puede haber compuesto algo absolutamente personal, en la soledad de su habitación, pero las veces que lo expuso no funcionó. Tengo en cuenta el hecho de transmitir algo en vivo como si se tratara de un texto teatral, que tenga un cierre de sentido. No hay que perder de vista que existe alguien que escucha. La música es para la gente más que el regocijo de uno mismo.
Discoteca y anonimato–¿“Cómo Alí” es una ironía sobre cómo se recepta la música electrónica? ¿Te gusta ese tipo de música? ¿Sos de ir a bailar? ¿Sos lo que se dice un clubber (que va a clubes)?–No me gusta cerrar los temas a una determinada consideración (se ofusca). Los temas, en sí mismos, son lo bastante ricos como para que uno tenga que explicarlos. Todo depende de la interpretación de cada uno, ¿no? Y no me considero un clubber, pero a veces voy a un boliche porque allí disfruto de un relativo anonimato y conozco gente. Algunas de cosas de la música electrónica me gustan, nos soy ningún fana.
–Bueno, entonces puede decirse que alguna vez fuiste a una discoteca y obraste como hábil observador para escribir una canción.–Eso puede decirse. Fui un observador ocasional más que un habitué de las discos. Tampoco es que tenga algo en contra del género electrónico, pero puedo haber ironizado a partir de la publicidad exagerada que tiene.
–Como argentino promedio y como amigo personal de Diego Maradona, ¿qué hubieras hecho si estuviera a tu cargo?–Algo parecido a lo que hizo la familia. Hay casos en los que no hay mucha opción. Uno tiene que tomar la decisión porque, a veces, la persona afectada no tiene el poder de evaluar su propia situación por una cuestión anímica o clínica.
–¿Es el caso de Diego una alerta para la experiencia desenfrenada del rock?–Es un ejemplo de que hay cosas con las que, en ciertos niveles, no se jode.
Los shows: Los conciertos de Los Piojos comenzarán, tanto el jueves como el viernes, a las 21.30. Presentarán Máquina de sangre. Entradas a $ 25, $ 18 y $ 20 (campo). De estas últimas sólo quedan para el jueves. Las del viernes ya se agotaron.

Fuente Cordoba.net

Volvieron Los Piojos

Sabado 22 de Mayo, 16 hs. Nos encontramos (Ariel y Juanjo) para partir rumbo a Velez, junto a Mariela y Patricio, amigos de Ariel, y emprender las ultimas cuadras hacia el Amalfitani; antes de llegar al paso a nivel vimos a Juan, un amigo del chat piojoso y se vino con nosotros para hacer las últimas cuadras antes de entrar. En esas cuadras ya se notaba la gran cantidad de gente que se venia para Velez, vendedores que vendían de todo, remeras, parches, calcos, afiches, gorritos de lana, de todo; infaltables los que reparten volantes y.... si, otra vez los dos re "cholulos", para completar la semana que ya habíamos salido en una nota publicada en el Suplemento NO de Página 12, estaba Cayetano, notero de "Somos como somos", por supuesto clavamos la jeta ahi donde le estaban haciendo una nota a un Rosarino y seguimos con el "cholulaje"
Ya en la entrada, era un bardo, no llegaba la amiga de Mariela y nos clavamos ahi hasta re tarde, los ratys con los caballos tratando de hacer mas angosta la fila, consecuencia? todos aplastados, gente que se caía, piojosos y piojosas a las puteadas, una organización de mierda por lo menos para esa parte de la entrada. Despues, la revisacion antes de entrar fue cualquiera, ya que no revisaban nada, y cualquiera podria haber causado algun problema, pero como ya sabemos, la gente de Control y la policia solamente estan para crear problemas con personas que quieren vivir de una fiesta en paz.
Por otra parte, una vez adentro, el clima era totalmente diferente. Como todos sabemos, entrar tarde implica que ir hasta lo mas adelante que se pueda sea casi imposible. Nosotros junto a Juan, nos las arreglamos para tener un buen panorama de un show que ya se veia venir. Luego de esperar muy poco tiempo sentados nos paramos para empezar a cantar junto a todo el campo y avanzar unos metros mas, pero en ese momento, aproximadamente a las 20:25 hs. se apagaron las luces y Los Piojos subieron al escenario para empezar una fiesta que va a ser dificil de olvidar para muchos de los que estuvieron presente ese dia.
Como de costumbre, y por ansiedad, varias bengalas empezaron a iluminar todo el estadio y los acordes del primer tema se empezaron a escuchar. Era nada mas y nada menos que Te diria, donde lamentablemente perdimos a Juan y no lo vimos en toda la noche. Luego, las mas de 45 mil personas seguirian saltando con Desde lejos no se ve, Taxi boy y Motumbo. Las cosas se calmarian un poco cuando llego el turno de Quemado, donde Ariel (bostero de alma) pasaria a tener por unos minutos "piel de gallina" =PEl primer invitado de la noche, mejor dicho, la primer invitada, seria Mimi Maura. Donde todos sabiamos que se vendria Amor de perros y en el final, Andres le regalaria un ramo de rosas a la puertorriqueña. Posteriormente llegarian Cancheros y Marado, mandandole una gran energia al idolo de todos y nublando todo el campo con el humo de las bengalas.Como es de costumbre en Los Piojos, nos sorprenderian con un tema que nadie hubiera imaginado, entonces llegaria el momento de Siempre bajando, donde nosotros dos, como mucha otra gente, pudimos callar el silencio de aquellos que no tenian idea de que tema se trataba. Luego, el emotivo Dientes de cordero con las fatidicas imagenes del 20 de diciembre llegaria al estadio para que todos descarguemos la bronca acumulada hace mucho tiempo.Ciro se retiraria del escenario y llegaria el turno de Piti, para hacer un tema dedicado al pueblo cubano, obviamente sabemos que llegaria el turno del Reggae rojo y negro. Al final del tema Micki presentaria a otro invitado, nada mas y nada menos que: El. Para entonar las estrofas de Fijate, donde miles de encendedores acompañarian un estadio totalmente a oscuras.
Luego de Fantasma y Entrando en tu ciudad, otro invitado llegaria al escenario, Omar Mollo. Presente como lo hizo en River, en Mar del Plata y en Cosquin, ahora se sumaria a la banda para interpretar el clasico Yira-Yira. Despues de ese tema, Andres le dedicaria Muy despacito a Mario Pergolini por problemas personales por las que esta pasando el locutor.Otra gran sorpresa nos emocionaria a todos, se trataba de otro tema que no sonaba hace mucho, y acompañado por las famosas cucarachas llegaria con toda la fuerza Fumigator. Despues de un muy pogueado Arco, Andres presentaria al proximo invitado como uno de los extremos de un gran triangulo compuesto por Fangio, Maradona y El. Se referia al Carpo, Pappo para todo el mundo. Y junto a la banda, harian una serie de temas de el como El blues del banquero y Descortes para luego darle paso a No pares, con una gran zapada incluida que parecia no terminar mas.Siguiendo con los temas de Maquina de Sangre, se le daria el paso a Al desierto y Cancion de cuna, junto al coro piojoso.El ultimo invitado de la noche fue Ricardo Mollo, apodado por la banda como "El hombre que no tiene frio" para hacer la intro de Morella con su guitarra y hacer saltar a todo el mundo. Desde ese lugar en el que nos encontrabamos, empezaba a salir el famoso "La aplanadora, del rocanrol, es Divididos la puta que lo pario".Paso Ricardo Mollo y llego el turno de la murga, acompañada por Toto, el Negro y Martin bailando a mas no poder acompañado por la musica de El balneario de los doctores crotos.Llegaria el tema esperado por la mayoria de la gente, ese que lo conocieron gracias a las radios y no por un Ritual. Aunque en ese momento lo que importa es alentar a la banda que esta en el escenario, por eso, uno de los temas mas pogueados seria Como Ali, aunque hubiera estado bueno que pase lo mismo con Fumigator por ejemplo.Un clasico de siempre, Cruel, donde los dos coincidomos en que el titulo de esta nota seria "Volvieron Los Piojos" porque se acercaba el final de una noche en que la lista de temas fue algo que nos sorprendio desde el primer tema al ultimo. Y a esto nos referimos porque luego de este tema vendria otro que no tocaban hace tiempo: Muevelo. Para darle paso a una lectura de trapos que duraria una eternidad mientras sonaba el Finale y leyeron el trapo de Lugano que levantamosFuegos artificiales acompañarian la despedida de la banda, mientras toda la gente se empezaba a ir lentamente, al igual que nosotros.La tercera y ultima sorpresa de la noche, fue que una vez acabados los fuegos artificiales, sin que nadie se diera cuenta empezaron a tocar Babilonia, donde ahora si, una vez terminado el tema, podriamos decir que Los Piojos habian vuelto, por mas que a muchos les duela.
Martes 25 de Mayo. Dia patrio y lamentablemente dia negro tambien para todos los piojosos. Ya que muchos se quedaron sin poder verlos ya que solo podian quedarse solamente el 23, y por culpa del maldito clima muchos se tuvieron que volver, como amigas nuestras, Ane y Lupis, que no pudieron presenciar el show como muchos y eso se vio reflejado en el estadio.Desde muy temprano, el sol habia salido y parecia que nada iba a amenazar durante la previa al recital. Una vez que llegamos el cielo estaba mas negro, esta vez no fuimos juntos a Velez, sino que nos encontramos adentro y nos tuvimos que cambiar de lugar porque la llovizna ya empezaba a molestar. Pasamos la previa con muy poco sol y escapandonos de la lluvia bajo el trapo de Santos Lugares hasta que se hizo la hora de saltar y buscar los huecos para llegar lo mas adelante posible.Llegamos casi a las vallas, y tuvimos que esperar muy poco hasta que se apaguen las luces, y enseguida se escucho el intrumental de Langostas impacientando mas aun a la gente.Como les dijimos, era un 25 de Mayo, Dia Patrio, y el tema para empezar no podia ser otro que el Himno Nacional Argentino. Pero el primer tema piojoso que haria mover a la multitud seria Chac tu chac, donde la ultima vez que abrieron con ese tema fue en Cordoba el año pasado.Labios de seda seguiria el comienzo de un Ritual donde se empezarian a vivir una segunda fiesta sin importar el clima, aunque la lluvia no molesto en el transcurso de la misma.Al igual que el sabado, seguirian las sorpresas, el tercer tema seria Olvidate (Ya ves) donde Andres empezaria a tocarlo con la clasica cornetta sportiva. El primer tema que fue tocado los dos dias seria Motumbo, desatando una locura en toda la cancha y con un juego de luces impresionante.Ay ay ay le daria el paso al primer invitado: Gillespi, donde Andres jugaria con la gente como es de costumbre aplaudiendo y agitando las manos.Se va el primer invitado e ingresa el otro, mejor dicho, la otra invitada. Asi como el sabado, Mimi Maura subiria para entonar Amor de perros cantado por ellos en un principio y luego le darian el microfono a la gente para acompañarlos. Se iria Mimi Maura con otro ramo de rosas en sus brazos y Andres dedicaria otro "tema de amore" para la gente. Seria Todo pasa acompañado por unas imagenes muy antiguas en blanco y negro que iban acorde a la cancion.Otra vez, Andres le pidio a la gente mandarle una gran energia a Diego Armando Maradona quien todavia esta en recuperacion como todos sabemos. Una vez terminado, mientras se preparaban los musicos, Micki entretuvo a la gente siendo el unico que tocaba, una vez que estaba todo listo siguio tocando hasta empezar a hacer Tan solo, sin la voz de Andres, sino esta vez seria la gente quien la cante, luego en el final, no habria musica tampoco, solo la gente. Hasta terminar un tema muy emotivo. Ciro seguiria el descanso de su voz ya que se vendrian Pity y Micki para hacer su ya clásicos Reggae Rojo y negro y Fijate como en los últimos rituales uno despues del otro.Volvia Ciro y con el tres temas de el último trabajo de estudio Maáquina de sangre, Fantasma fue el primero, un tema muy poderoso el cual levanto al público que adoptó a este como una de las canciones preferidas del nuevo CD, luego vinieron Entrando en tu ciudad y Guadalupe con su final "Sonrisa de angel risa de demonio, buen futuro a los dos" cantado a más no poder por todos los piojosos.Al igual que el sábado Pappo estuvo presente junto a Los Piojos, hicieron B.B. King por la mitad porque... upa! que paso? parece que Pappo estaba tocando otra tema, asi que Ciro paró todo y dijo "Vamos de nuevo", luego Andres invitó a Pappo a que haga uno de sus temas, ese fue Descortes que al finalizar la gente respondio con un aplauso aprobador. Que mejor manera de despedir a un grande como lo es Pappo Napolitano, con un gran tema viejito de los que nos gusta a todos, se iba Pappo pero con Llevatelo sonando en su guitarra. Día de lluvia dijimos? porque no tocar Agua uno de los estandartes de Azul el cuarto material de la banda.Todos nos hemos enterado de la muerte de Korneta (lider de Gardelitos) Los Piojos también, es por eso que Ciro decidio hacerle un homenaje dedicandole un tema muy emotivo como lo es Sudestada diciendo "Esto es para Korneta, de Gardelitos". Buenos tiempos, temas de los buenos si los hay que no queremos que los dejen de lado, por suerte lo pudimos tener en este ritual, así como también el clásico El Farolito/La rubia tarada para nunca dejar de olvidar a otro grande, uno bien groso como lo fue y lo seguira siendo, el recordado Luca Prodan, lider de Sumo. Sieguieron con Como Ali (ya sinceramente no hay más que decir de este tema). Ya en la recta final de esta noche era seguro que no nos ibamos a ir sin escuchar más de los temas que los bien piojosos queremos... Pistolas y Muévelo, todos los conocen? eso espero!!! Se vino Finale donde se leyeron todos los trapos y remeras donde por supuesto se escuchó "Lugano", "Santos Lugares" =0)7La gente antes y despues de Finale no paraba de gritar: "Vete bobo... Vete bobo"... Ciro, me parece que te pediamos algo no? Andres sin dudarlo se copo y siguio cantando Babilonia, bueno nos vamos.... no, nos quedamos porque? Andres dijo "Esto me gusta"... si te gusta segui!!! nadie se iba a quejar, y siguió nomas y fue El balneario, el ultimo tema que acompañado por los fuegos artificiales que salían desde la popular visitante que cerrarían la segunda presentación en Velez con dos rituales que demostraron que River fue un espejismo, que Los Piojos siguen siendo GRANDES....
QUE VOLVIERON LOS PIOJOS. AUNQUE A MUCHOS "MALA LECHE" LES MOLESTE SEGUIMOS VIVOS.
NO TE SORPRENDA VOLVERME A VER, PORQUE SOMOS UNA LLAMA EN EL INVIERNO.... SOMOS FANTASMAS PELENADOLE AL VIENTO...

Fuente Lugano-Piojoso.com.ar y MocososdelOeste.com.ar

Espanto la lluvia y volvió a Vélez

La banda de El Palomar pudo concretar su segunda fecha en el estadio de Liniers, cancelada el domingo a causa de la tormenta. Más de 40 mil jóvenes acudieron a la cita, sumando casi 90 mil los asistentes a los dos shows. Hubo 30 canciones, muchos rituales y varios invitados.
Edad promedio: 25 años. Altura promedio: 1,50 m. Señas particulares: remera piojosa, pilotín, bengala y bandera. Esas fueron las características comunes del público que se acercó al estadio de Vélez Sarsfield este martes patriótico para reencontrarse con Los Piojos. A la salida, se agregó una promesa: a fin de año el ritual se repetirá en ese escenario o el de River Plate. Con su segunda noche a estadio lleno en Liniers, la banda conducida por Andrés Ciro Martínez logró un nuevo récord de público y reconfirmó su masividad, contra viento, frío, el partido de Boca por la Libertadores y el fin de semana turístico de por medio.
La jornada parecía volver a estar signada por la lluvia, pero cinco minutos antes de que la banda saliera a escena, el cielo dio una tregua y no dejó caer una sola gota más. Es más, hasta permitió ver las estrellas, justo en el momento en que apareció Pappo, el invitado más aplaudido de la noche, que desgranó Blues del banquero y Descortés con su Gibson Les Paul.
El esperado Ricardo Mollo esta vez no fue de la partida, como lo había sido el sábado. Tampoco su hermano Omar. Sí estuvieron Mimí Maura, para acompañar Amor de Perros, el saxofonista Juan Cruz de Urquiza y su colega Gillespie, en Ay Ay Ay.
El show fue extenso: duró más de tres horas. Empezó a las 19,50 con la armónica de Ciro entonando en Himno Nacional y terminó a las 23 con El balneario de los doctores crotos, aquel hit del disco Azul basado en un cuento de Alberto Laiseca (el que cuenta cuentos de terror en I-Sat).
En el medio, las canciones más saltadas fueron Chac tu chac, Llevateló, Pistolas, El farolito, Como Alí, Uoh pa pa pa, y Babilonia. El momento más emotivo y caluroso vino de la mano del "dios" Maradó: "toda nuestra energía al más grande del mundo", arengó Martínez.
Como suele suceder en estos recitales a gran escala, los temas nuevos no provocan gran adhesión. Y de Máquina de sangre, el último disco, se escucharon nada menos que siete (de los 13): Fantasma, Guadalupe, Sudestada, Entrando en tu ciudad, Amor de Perros y No parés. La estrella fue Como Alí, entonado de memoria por miles de agudas voces adolescentes.
Hubo tres amenazas de final, pero el público siguió pidiendo más y Ciro, a esa altura, había entrado realmente en calor. "Esto está muy bueno", reconoció, yendo de izquierda a derecha por los laterales del escenario. Hay que reconocer que ya no entregó el despligue escénico de sus comienzos, cuando parecía incansable.
Después de la lectura de banderas de rigor -hubo más de 200- se realizó un espontáneo ballotage popular: "¿Para fin de año qué prefieren: Vélez o River? El aplausómetro le dio el aval a River: "Muy bien, tocamos en Atlanta", bromeó Martínez. Y recién ahí, con promesa de reencuentro, la gente empezó a desconcentrar.

Fuente Terra.com.ar

La banda que se hace fuerte

El grupo del oeste bonaerense metió 50 mil personas en Vélez y confirmó un ritual que ya marca una época en el rock argentino. Fueron 32 canciones y 3 horas impecables de música y celebración.
Primero fueron 10 mil, hace ya siete años en el microestadio de Racing. Después, 25 mil en All Boys (1999), 31 mil en el segundo Atlanta –el de 2001–, casi 40 mil en Huracán y 70 mil en el vertiginoso ascenso a primera que los depositó en River Plate, en el epílogo del pasado año. Ahora, Los Piojos demostraron que no solamente pudieron llegar al cenit de su popularidad, sino que –aunque no sin concesiones publicitarias y propagandísticas “al borde”– pudieron mantenerse en un sitial incómodo: fueron casi 50 mil personas en un Vélez a pleno y bien caliente. Y seguramente superarán las 90 mil cuando se sume la fecha de mañana –ayer se suspendió por lluvia–. La breve genealogía estadística ubica al grupo de El Palomar y Caseros como protagonista clave de “la era de los estadios” en el rock argentino y, como tal, en una auténtica máquina de sangre que mueve fortuna, da trabajo y concita la atención de sectores de la sociedad que hace 10 años creían todavía que los piojos eran esos malditos bichos que te comen la cabeza. La enorme masividad, entonces, los transformó poco a poco en mucho más que una banda de rock and roll. Los Piojos son, hoy, un fenómeno social y cultural, y sus recitales son rituales catárticos en los que la música es central, claro, pero no alcanza a explicar el todo. Y para muestra estuvo Vélez. El primer show, el del sábado, no sólo expuso un estadio repleto, 32 canciones y 3 horas impecables de música, sino también una serie de detalles –en los que no muchos repararon– que también dan cuenta de un fenómeno paramusical: primero... pese a la preocupación de los organizadores por evitar las bengalas y los fuegos artificiales –se “recomendó” no llevar pirotecnia con bastante anterioridad–, la noche figuró un fin de año en pleno mayo y con frío. Como contracara de la maravillosa fiesta estética que brindan morteros y bengalas –cómo negarlo– se jugó feo varias veces: desde la platea alta, algún “vivo” se dedicó a tirar bengalas directamente contra el público del campo y la platea baja, motivando el malestar y los insultos de un nutrido grupo. El fuego, antes de ser ceniza, también impactó en varios desprevenidos de la platea Juan B. Justo, donde había muchos pibitos, causando que bastante gente tuviera que refugiarse bajo el techo. Segundo, se vio a más de uno zapatear verdaderos malambos y no precisamente por escuchar temas tipo Muévelo, sino como efecto de morteros lanzados al revés. ¿Hace falta semejante bardo para agradecer a la banda lo que la banda da? Hecha esta salvedad, la banda ofreció un show intachable. Quizás sin pensarlo, estructuró el recital en cinco momentos conmovedores. El primero desdoblado en dos canciones de amor y pasión en dosis parejas. “Hay un corazón que se parte / cuando te vas a ninguna parte / cuando vos sabes que tu lugar está aquí / aquí, junto a mí” fue la letra que dio pie al cachondeo juguetón entre Andrés Ciro y Mimí Maura durante Amor de Perros (Máquina de Sangre), y culminó con un ramo de flores en manos de la cantante. El infaltable Maradó completó el pico emotivo. Necesario como nunca, provocó la primera y enorme explosión. “Vaya desde acá toda esta energía para el más grande del mundo”, gritó Ciro y motivó que Vélez latiera –y temblara también– con una furiosa versión del tema clave de Tercer Arco, ejecutada con rabia... Mientras una inmensa camiseta de Argentina con la cara del Diez dibujada en el centro iba y venía por la popular local. El segundo pico llegó con el muy stone Fantasma, de Máquina de Sangre. Pese a su escasa vida, es la canción que mejor conecta al grupo con sus orígenes y así lo entendieron sus fans más genuinos. El tercero estuvo dado por una tríada potente y sorpresiva. Promediando el recital apareció Omar Mollo para cantar la mejor remake de Yira-Yira que pueda escucharse hoy. El tango-rock dio paso a dos canciones de Ay Ay Ay: Muy Despacito y Fumigator, tema este que, al igual que Siempre Bajando, lisonjeó a los más ortodoxos. “Re grosso... hace mil que no la escucho”, decía un pibe que medio se venía quejando por la lista, como suele ocurrir entre los acérrimos. Momento teatrístico con Ciro y su casco luchando contra cucarachas en plan de ataque, en medio de una sonoridad despiadada y excitante.A esa altura, el show estaba en las antípodas de River. El sonido era mejor, la banda estaba más predispuesta a “romperla” y no hubo baches entre temas. Es cierto, faltó Pablo Guerra y con él, Around and Around o Chac to Chac, también los covers de La Rubia Tarada o El mendigo del Dock Sud, pero apareció Pappo y quién se iba a acordar de todo lo otro. “Recuerden este trío –orientó Ciro– Fangio, Maradona y Pappo”. El Carpo, en efecto, la descosió con los únicos dos temas extra-piojos, el intenso Blues del Banquero y Descortés, cantada bien a lo macho por un Pappo asombrosamente amigable. Fue el cuarto momento cumbre. ¿El quinto?: lo provocó la nuevita Canción de Cuna (“Quiero que te duermas como un sol / que se acuesta en un campo de trigo. Tengo aquí en mi pecho un corazón / igualito al hueco de tu ombligo. Sabés quién temblaba / cuando ibas a nacer”) fue el sensiblero cable a tierra que, además de la introspección colectiva, le hizo caer la ficha al plateísta que arrojaba bengalas. ¿Cómo no lograrlo?... había mil niños y Ciro les estaba cantando a ellos y a sus “viejos piojosos”. La guitarra de Ricardo Mollo hizo reaparecer el infierno, ese que gusta, en Morella. El Balneario de los Doctores Crotos –la canción en la que mejor se manifiesta el ritual piojo– no fue el último tema –después sonaron Cruel y un cierre espléndido con Babilonia, entre otros– pero alcanzó para configurar una noche que, dada la magia, sirvió como presagio de la ceremonia dispuesta para mañana, si el tiempo lo permite

Fuente Página 12

El sabor de la revancha

Tras un accidentado River y un Cosquín a media máquina, la banda dio lo mejor para un público encendido.
El show con que Los Piojos reventaron la cancha de Vélez (más de 45.00 personas), el sábado a la noche, tuvo cierto sabor a revancha. Luego de los problemas de sonido que complicaron el concierto en River, y del set a media máquina que ofrecieron en Cosquín, esta vez salió todo a pedir de boca: audio, luces y pantallas funcionaron bien, y la banda hizo lo que mejor sabe durante poco más de tres horas casi ininterrumpidas, en las tocaron los temas de sus seis discos en estudio, incluido el último, Máquina de sangre. Y no sólo eso, sino que van a repetir. Pero por la lluvia, el recital de ayer ayer se pasó para el martes a las 19 (valen las mismas entradas).
A las 20.20, casi una hora después de lo anunciado, un Vélez en el que no cabía un alfiler recibió con una ovación a la banda de Palomar. Te diría y Desde lejos no se ve encendieron a la multitud y también una cantidad asombrosa de bengalas. Desde las plateas, muchísimos padres intentaban contener a sus nenes y nenas… no sólo preadolescentes, nenes y nenas de verdad.
Luego del dúo de Ciro Martínez con Mimi Maura en Amor de perros, un rugido se anticipó a lo que venía. Cuando el líder de la banda colgó de su micrófono los botines que el Diez le regaló a la banda, ya no cabían dudas: iban a tocar Maradó.
El sonido inicialmente tuvo algún problema de planos (las guitarras de Gustavo Kupinski y Piti Fernández estaban un poco bajas), pero el tema ya se había solucionado para el cuarto tema. Cuando Ciro le cedió el micrófono a Piti (en Reggae rojo y negro) y al bajista Micky Rodríguez (en Fijate), todo funcionaba bien.
En Fumigator reflotaron la vieja idea de los actores disfrazados de cucarachas bailando en el escenario. Y para Canción de cuna aportaron sus vocecitas las hijas de Ciro, Katia y Manuela. Los invitados fueron recibidos con aplusos cerrados: Omar Mollo puso su voz de vago de mil caravanas en Yira yira, Pappo se prendió fuego en sus Blues del banquero y Descortés, y Ricardo Mollo aportó su cuota de lirismo de guitarra en Morella.
El estadio de Vélez latió cuando llegaron pegaditas El balneario de lo doctores crotos y el hit Como Alí. El ritual indica que llegado Finale, los miembros de la banda leen la infinidad de banderas de su hichada y allí termina el show, así que muchos emprendieron la retirada apenas empezó la canción, pero… romper las propias reglas nunca viene mal, o al menos así lo entendieron Los Piojos, que obligaron a muchos a volver corriendo cuando, luego de la despedida, sorpresivamente tocaron Babilonia, viejo caballito de batalla del grupo. Al fin, se despidieron con un "hasta mañana, los que puedan". Será hasta el martes, en realidad, pero Los Piojos tuvieron su esperada revancha, y por partida doble.

Fuente Diario Clarin

El Ritual de las hinchadas de Rock (nota a Lugano Piojoso y Mocosos del Oeste)

Plaza Once presenta el mismo aspecto de todos los sábados al atardecer. Un pastor de traje predica, tres prostitutas caminan la zona y un par de policías comen medialunas al lado de la parada del 32. Un detalle que rompe con la monotonía: junto a la boca del subte, sobre Rivadavia, cinco pibes de 20 años promedio despliegan un arsenal de banderas que pronto colgarán sobre las rejas del monumento del medio de la plaza, como si fuese el alambrado de una cancha de fútbol. No hay nada más parecido al folklore del fútbol que el folklore de Los Piojos. “Mirá, éste me lo hice porque es lo más.” Ariel, de 18 años (mandaron fruta aca, tengo 21) e hincha de Boca, muestra un Maradona de cuerpo entero tatuado en su pierna. “Cuando arranca una canción que me gusta, por ejemplo Quemado, se me pone la piel de gallina, como si fuera un gol.” Patricio, Martín, Juanjo y Juan ratifican. Más allá de Maradó hay elementos que unifican a la banda con el fútbol y engloban el sentir de sus incondicionales. No existe cancha, de ascenso o Primera, que prescinda de banderas piojosas. Tampoco club que no esté representado en cada show. “La puerta de la cancha de San Telmo está toda pintada con cosas de Los Piojos”, cuenta Martín, agitando unas diez pulseras con los colores de River. “El fútbol y la música te salvan, loco. ¿En quién creer...? ¿En los políticos?”, pregunta Juan. “Son dos vías de escape que te permiten huir de esta vida de mierda”, razona Patricio, cuyo tema preferido es Angelitos. Con alguna excepción (los tres aplausos y el movimiento de muñecas en Ay, ay, ay o la mención de todas las banderas en Finale), cada ritual es muy similar a lo que ocurre con La Renga (ver aparte). Martín cuenta que se fue a Mar del Plata con monedas que pidió en las calles de Ramos Mejía, y opera como arquetipo del piojoso que viaja por todo el país, gasta buena moneda en petardos o se junta antes del recital para llegar a la cancha en grupo. “Lo más importante es el show que les hacemos. Es un ida y vuelta. Nosotros ponemos las banderas, la fraternidad; y ellos, la música. Por ahí te jode que te pasen los gordos transpirados por encima, pero ves un chabón con una bengala y te emocionás”, dice Juanjo. Para los chicos, hay un ser piojo definible. Martín asegura que hay que ser piojoso “en sí” y Juanjo aporta: “Si vas a un recital y ves a un chabón con un celular y una carterita, ese tipo no es un piojo. El piojo está todo chivado, tiene una remera vieja del grupo y las Topper”. “Además es de clase media baja, detesta las letras boludas y lo muy comercial”, clarifica Patricio. Entre los gustos del piojo, resaltan además Intoxicados, Divididos, Bersuit, Sumo, Las Pelotas, La Renga... Lo que determina otra singularidad: el patriotismo. Siguiendo al Ciro de San Jauretche o Globalización, los chicos sostienen un nacionalismo prudente. Dice Patricio: “Yo quiero a mi patria, pero no creo que una nación sea más importante que otra. El nacionalismo tiene su cosa de mierda. Eso sí, somos antiimperialistas... y amamos a la Selección”. Ninguno discute la afirmación. Todos, a su turno, trabaron algún tipo de relación espontánea con los músicos: Juanjo estuvo en la casa de Micky, Juan se encontró con Ciro, mientras la policía lo “enganchaba” como testigo de un choque –”le dije: ‘Te sigo a todos lados, no puedo creer esto’... Y me preguntó qué me había pasado”– y Juanjo le vendió un diario a Tavo en un puesto de Santos Lugares. “No caía, me daba un peso y le dije: ‘No, loco, vale 1,30’”, cuenta y todos se ríen. “Sí, a mí no me descuentan el valor de la entrada”, justifica. Pese a la admiración que sienten por Los Piojos, los ven iguales y perfectibles. “No me gusta que no den entrevistas, salvo a la Rock and Pop. ¿Cuál es el contacto que hay entre nosotros y ellos, más allá de los recitales? No digo que los entrevisten todo el tiempo porque no son Mambrú, pero una cada tanto pueden dar”, se queja Patricio. Juanjo agrega un dato mal visto desde la tribuna: “Cantan Globalización y después van a tocar a Estados Unidos”.”Estaría bueno que vuelvan a los lugares chicos, como La Renga”, pide Martín, para no perderse la oportunidad de decirles algo a sus héroes.

La caravana de la discordia
“Pensamos que venían los de La Renga en lugar tuyo, nos cagaban a trompadas y nos afanaban los trapos”, sorprende Juanjo, uno de los fanas piojosos. Entonces, ¿hay pica entre ambas “hinchadas”? Ocurre que los rengos dicen que los pijos –así los llaman– les copian todo. El detonante fue la caravana que hicieron unos 2 mil “rengos” para el último River, y que repetirán los piojos para el recital de este fin de semana en Vélez. “La pica es porque dicen que Los Piojos hacen lo mismo que La Renga. Yo no comparto eso, aunque hay que reconocer que lo de la caravana fue idea de la gente de La Renga. Además, Los Piojos se caracterizaron un poco”, comenta Queju. La hinchada piojosa tiene su versión. Organizaron dos caravanas a Vélez –la columna este que partirá de Plaza Flores y la columna oeste lo hará desde Ramos Mejía– y disienten con que la idea fue al menos compartida. “Cuando Los Piojos tocaron en River, saltó la idea de hacer la caravana y no se concretó. Pero ellos piensan que nos copiamos y quieren venir a arruinar la caravana. Ya fue”, dice Ariel. Prosigue Patricio: “Con la verdadera gente de La Renga está todo bien, creo que los que empezaron a ir ahora pudrieron todo. Buscan picardía y es una gilada. ¿Por qué La Renga hizo una caravana y nosotros no podemos? Con ese criterio, que nadie vaya a Luján y listo”.

Fuente Suplemento No

Convite Piojoso

Un lugar en Paso del Rey con canchas de tenis, paddle, vóley, básquet, más pileta, parrillón y, por supuesto, canchita de fútbol ¡con césped verdísimo!. Al fondo, una sala perfectamente equipada. La quinta donde ensayan Los Piojos es lo más parecido a un parque de diversiones para todo fanático del fútbol y la música. En ese lugar estuvimos. Un mes antes de los Vélez, nos metimos en la sala de la banda de El Palomar, escuchamos algunas cositas y hablamos más de dos horas con Andrés Ciro Martínez, voz cantante piojosa. El resultado es lo que sigue. Que lo disfruten.
E l encuentro con Andrés estaba previsto para las cuatro y media de la tarde. Pero todo se demoró porque el cantante llegó con una hora de retraso. Estábamos a punto de cagarlo a pedos por la tardanza, pero no: antes de que nos diésemos cuenta de que nosotros no podemos cagar a pedos a nadie, el propio Andrés pidió disculpas. “Es que venimos de verlo a Diego”, se excusó. Tal cual: Andrés y Pocho, manager piojoso, habían ido hasta la Clínica Suizo Argentina a visitar al Rifle Pandolfi (ex jugador de Vélez, actual líder de Actitud Sospechosa), que había tenido un hijo, y aprovecharon para saludar a Claudia, a Dalma y a Yanina, que velaban por la salud de Diego. ¿Es necesario recordar que le amistad y la mutua admiración que existe entre Maradona y Los Piojos es de larga data, que en un show en Obras, Diego le regaló a la banda sus botines y hasta cantó “Maradó”, que eso quedó grabado en el disco Ritual? El día que hicimos la entrevista, todavía se decía que la salud de Diego era frágil. Y, la verdad, estábamos todos medio de bajón. Por eso arrancamos la charla de un modo... poco ortodoxo. ¿Todo con o? No, no... Perdón. Nos colgamos. Empezamos, obvio, hablando del Diego, de su internación, del cariño a toda prueba, y entonces Andrés dijo...-... a mi me gustaría que ahora Diego viviera un poco para el y se olvidara un poco de Maradona, del mito. Hacía un tiempo que no lo veía. Había hablado hace poco con el, y había quedado en ir a verlo. Quería saludarlo y darle nuestro último disco. Después medio que me colgué, pasaron los días y pasó esto. Pero ahora, cuando salga, seguramente voy a poder darle un abrazo.- Cuando hablábamos de Maradona decías que sería bueno que Diego pudiera empezar a vivir un poco y olvidarse del mito. Vos sos el cantante de una de las bandas mas grandes del país. ¿Cómo te llevas con tu propio mito?-Uno busca un equilibrio. No es fácil porque cuesta tener intimidad. Yo quiero salir con mis hijas y no puedo salir a cualquier hora. Por ejemplo: voy al zoológico y me la paso firmando autógrafos todo el tiempo. No reniego para nada de eso, pero hay que aguantar... Éste es un momento en el que la gente ama a la banda y se te acerca con mucho respeto. Pero como persona pública tengo que armar programas en horarios extraños. Por ejemplo, ir al shopping un domingo es un embole. A veces la agarro a upa a la más chiquita y me tapo con ella para que la gente no me reconozca (risas). Yo debo haber dicho que no a un autógrafo dos o tres veces en mi vida, y en general tuvo que ver con que estaba en una situación muy hinchapelotas. Capaz que estoy discutiendo... Una vez me estaba separando de mi ex y vinieron unos pibes a pedirme autógrafos. lo que me jode es que me pidan que les firme cuando estoy comiendo. Siempre les digo: “Espera que termino de comer”. Y ahora, con el video de “Como Alí”, me conocen viejos, jóvenes, todo el mundo, y me piden para la sobrina, para cualquiera... El otro día, a los diez minutos de entrar con mis hijas al zoológico, se acercó una pareja y el pibe me pidió que me sacara una foto. Y es gracioso, porque venían de sacarse fotos con los animales y después se querían sacar una conmigo, como si fuera un animal más (risas). Y yo le dije: “No, después”. Se fueron y Manu, la más chiquita, me dijo: “¿Pero que hacéz? ¿Voz zoz loco? Voz tenés que atenderloz” (risas). Me dieron ganas de ir a buscarlo al flaco, pobre. Pero tampoco es terrible. Es algo que, gracias a Dios, me deja vivir.- ¿Alguna vez alguien te tiró una mala onda por la calle?- No, para nada. Siempre hay muy buena onda y mucho respeto. - El Indio Solari dice que el público de los Redondos tenía muy buena onda, que el grupo no generaba histerias como por ahí sucede con artistas pop latinos. Que el “problema” para andar por la calle es que son muchos...- Si, a mi me pasa lo mismo. Tienen buena onda. El problema es cuando paso por la puerta de una escuela a la hora en que salen pendejas de segundo o tercer año; ahí puede ser más pesado.- O sea que el sueño de tener un montón de colegialas acosándote puede transformarse en una pesadilla... (risas)
- Claro, hasta tres está bien, pero más... (más risas).- Cuando recién empezabas con la banda y te imaginabas lo que podría llegar a ser el éxito, ¿te imaginabas una situación que podía prolongarse en el tiempo, como esta pasando ahora, o pensabas en algo mucho más efímero?- Yo lo único que sabía que quería era cantar en un estadio. Nunca pensé en la duración ni en como llegar a eso. Lo que si se es que en Chac tu chac nosotros pensábamos que las canciones eran para siempre. Al ser el primer disco, te propones que todo sea profundo, definitivo. Después, cuando sabés que va a haber un próximo disco, empezas a escribir más relajado. Entonces te podes permitir una canción que contenga fonética, menos comprometida o que quizá diga menos de uno.- Crees que ya tenés incorporado el oficio de hacer canciones?- No se si tiene que ver con el oficio, o con despojarte un poco de la idea de posteridad. O sea, si a vos te dicen “Vas a jugar un partido en la bombonera”, seguramente te entrenás, querés llegar a punto para ese partido y adentro de la cancha, cada vez que te pasen la pelota, tu corazón va a latir a 200 veces por segundo. Pero si a vos te dicen “Vas a jugar tres o cinco temporadas”, te lo tomás de otra manera. Y si das un pase mal, bueno, jugarás mejor el domingo que viene. Cuando vos llegás al primer disco no ves más allá. Nosotros arrancamos en el ’89. En el ’87 arrancaron Piti y Micky y en el ’89 entré yo y empezamos a tocar más seguido. Recién en el ’92 grabamos el primer disco.- Esa polenta que genera la ansiedad de los inicios, ¿como se compensa ahora, que ya sabés que seguro vas a poder hacer más discos?- La ansiedad no cambia porque nosotros siempre fuimos cambiando. Aunque mantuvimos una líneas, siempre cambiamos los estilos. No es que después de “Verano del ‘92” hicimos cuarenta y dos temas con un ritmo de marcha-camión, ni nos pusimos a hacer candombe. Cuando pegó “Tan solo” tampoco hicimos treinta temas por el estilo. Hacemos lo que nos gusta y lo que sentimos en el momento”. De todos los temas que pegaron masivamente, no hay dos que hayan tenido un mismo estilo.- Cuando surgen ideas de canciones, ¿prueban todo o hay cosas que descartan porque les resultan muy deformes o fuera del estilo del grupo?- Probamos todo. A veces, cuando surge algo muy deforme necesitas darle una forma, estructurarlo para poder tocarlo... Lo que pasa es que nuestra búsqueda no pasa por la deformidad. Si vos te ponés a componer buscando deformidad y te copa eso, vas a encontrar deformidad. A mi me gusta más el último disco de Pappo, que otras cosas más deformes. Que por ahí también me gustan, pero me llega más Pappo.- ¿Hablás de Pappo para dar un ejemplo o lo decís de verdad?- Lo que hace Pappo es superior. Vos podés ser un tipo creativo e ir a grabar el sonido de la licuadora con una base de ritmos. ¿Y que sos? Un tipo creativo, ingenioso. Pero nunca vas a interpretar un instrumento como lo hace Pappo. Necesitás mucho talento, mucho tiempo y ser muy cabeza dura. Cuanto más te dedicás a la música, más conciencia tomás de la grandeza del tipo. Ojo, también me gustan otras cosas... Brian Eno, Massive Attack, Beck... Pero hay músicos a los que deberían darles una jubilación de privilegio. Por ejemplo, Paul McCartney con “Blackbird”. Son temas para la humanidad... Aunque bueno, McCartney por ahí no la necesita (risas).- ¿Que canción de Los Piojos postularías para acceder a esa supuesta jubilación de privilegio?- Me gustan muchas canciones. De este disco me gusta mucho “Canción de cuna”. Además descubrí que llega muy profundo a mucha gente. Y en un punto me parece una cosa jugada de nuestra parte. Yo tuve mis dudas de grabarla, porque tiene una temática muy personal. Pero al mismo tiempo es universal, para pibes y para tipos grandes.- Vos tenés 36 años y escribís canciones que escuchan chicos de 14, 15 años. ¿Tenes conciencia de eso a la hora de escribir?- Nunca escribí canciones para chicos de esa edad. Escribo canciones y punto. Se que mucha gente de 40 o 50 años nos escucha, por sus hijos o porque escucharon los temas y le gustan tanto como a los pibes más chicos. Lo que pasa que, en los pibes más chicos, la música ocupa un lugar muy grande, y como no tienen responsabilidades, te van a seguir a todos lados y el fanatismo es mayor. Pero conozco a mucha gente grande a la que le gustan Los Piojos. Yo quiero creer que las letras tienen cierta evolución, y se que hay ciertas letras que delatan el paso del tiempo. Después pasan cosas insólitas, como lo que les contaba de “Canción de cuna”. Yo suponía que la iban a entender los que fueron padres. Sin embargo, se da esto de que chicos de 13, 14 años se copan y se la hacen escuchar a su mamá o a su tía. Igual, te diría que a veces pienso algo de eso, como con “San Jauretche”. Lo hago porque lo siento, pero se que el tema va a llegar a los pibes y se que va a haber pibes que van a leer a Jauretche por eso, como sucedió. En ese caso esta bueno. Pero después trato de desligarme de eso.- Gracias a ustedes hubo una muestra dedicada a Jauretche y se reeditaron sus libros.- Si, creo que hemos ayudado a algunas cosas, a crear conciencias o a difundir el pensamiento de alguna gente. También hemos devuelto a la gente mucho de lo que nos dio. Y a algunas personas le habremos abierto la cabeza también, que se yo.- ¿Vos tuviste una banda de rock que te cambió la vida y la forma de ver las cosas?- Y, de alguna manera, los Rolling Stones. Después uno se engancha con lo que siente. A mi hay letras de los Rolling Stones que me cambiaron la vida. Como también de León Gieco, de Moris, Iggy Pop... A uno le pega lo que está dispuesto a recibir. A cada uno le pegan cosas distintas.- ¿En “Máquina de sangre” hay algún tema que cumpla, de alguna manera, el papel de “San Jauretche”?- Bueno, “Diente de cordero” tiene un contenido político y social. “Como Alí” también lo tiene a su manera.- La letra tiene que ver con una experiencia personal tuya.- Hay cosas personales. Tuve mis experiencias en discotecas. Pero a mi lo que me llamó la atención fue la gente. Porque están pasando esa música, pero el lugar esta lleno de pibes con remeras de Los Piojos y de La Renga.- ¿Como?, ¿Adonde?- Si, una vez fui a Pachá a ver a Perry Farrell porque pensé que iba a cantar. Pero no cantó nada.- Ah, claro. Vino a pasar música, o sea... ¿a tocar?- Pasó música. Para mi eso no es tocar. Quizá es un talento y una gran combinación de sonidos... Pero me llamó la atención toda la movida que había. Es un tipo de gente muy variado, no son todos conchetos.- ¿Te sentiste sapo de otro pozo?- No, eso está exagerado en el video, no te sentís sapo de otro pozo. Te ponés a hablar con los pibes y nada que ver.- Es curioso. Cuando hablas de tu experiencia dance, en lo primero que reparás es en la gente, das como una visión casi sociológica de eso. Y es lo mismo que muchas veces les pasa a ustedes y a La Renga. Se habla mas del fenómeno social que de la música.- Si, seguro. Pero es cierta prensa que se siente por encima de la masa.- Debe tener que ver con ser o no parte del asunto, estar adentro o afuera.- Seguro. Yo, al no estar adentro, pude ver otras cosas. De lejos si se ve (risas). Pero lo que me molesta es cuando las modas quieren imponer algo. Me da la sensación de que hay una idea de imponer una movida que dice que consumir algunas músicas y drogas modernas es cool y fashion.- “Como Alí” es una canción que divide aguas. - Pero yo no divido aguas en referencia a la gente, porque yo tambien a veces voy a boliches. Me refiero a cuando te quieren vender que algo es bueno y antidepresivo, y que esa es “la movida”. Es una moda para lavarle la cabeza a la gente.- ¿Crees que Los Piojos y La Renga representan para muchos chicos una especie de resistencia a esa imposición?- No se si “la” resistencia. Cada uno resiste en lo que hace como puede. Me pongo en contra de cómo las empresas y los medios venden todo ese kiosco. Me molesta la venta constante de un modelo difundido por las multinacionales y cierta prensa que le da un espacio que no existe al DJ Pirulo. No me parece mal ni esa música ni el disckjockey; me rompe las bolas la movida que hay detrás: en función de vender, no importa quemarle la cabeza a la gente joven. Más en un país donde se necesita que las cabezas estén lo más limpias posibles. En los momentos de crisis, necesitas cabezas limpias. Esa movida quema energía. Hay mucho cholulismo y esnobismo en algunos periodistas, que te dicen “¿Escuchaste el nuevo de Pirulo?”; y lo escuchás y es una poronga. Pero como Pirulo lo grabó en un suburbio de Londres con una portastudio de cuatro canales, dicen que es grossísimo. A esos periodistas les importa más cuanto sabe un músico argentino de esa música rara y desconocida que como toca.- Decías que “Como Alí” exagera una experiencia personal. ¿Hay muchas canciones de Los Piojos inspiradas en historias reales?- Casi todas. “Todo pasa”, por ejemplo, es una canción que hice justo cuando falleció mi viejo y, como mi hermana y mi mamá se llaman Dolores, hice ese estribillo con el “no llores, Dolores, dale”. Pero la estrofa nada que ver, es la historia de una chica que tenía un novio que la esclavizó con la mentira de que era un escritor y que estaba por cobrar una guita de un premio que había ganado en Francia. Y ella laburaba para mantenerlo y mantener la casa. El después llevó a vivir a la vieja. Y un día ella no fue a laburar y lo encontró a él en el café. No era Guillote (risas). Una historia horrible. Y a veces mezclo un par de historias también. Antes de empezar a escribir canciones, yo escribía cuentos. Y en general eran historias que me contaban o me pasaban.- ¿Tenés algo de todo eso?- No, porque casi nunca las terminaba. O no me gustaban y las empezaba a corregir. Al final, las pasaba diez veces y terminaban en nada. Pero siempre se basaban en situaciones reales. Me cuesta mucho inventar historias.- ¿Y las historias las sacas de hablar con gente?- Si, me gusta mucho salir solo, meterme en los bares y ponerme a hablar con la gente. Ahora es más difícil. Por ahí te pones a hablar con alguien copado y te interrumpen mil veces. Es difícil encontrar un lugar copado donde no te interrumpan. Me refiero a bares nocturnos, donde se chupa. En un restaurante por ahí es más fácil, pero no te vas a sentar en la mesa donde alguien está comiendo. Pero me gusta mucho. Y es muy interesante también el permiso que me da el ser conocido, que hace que mucha gente se abra a contarme sus historias sin problemas. Descubrir como puede ser la gente. Por ejemplo, hace poco hablé con una chica de 20 años que decía que ya tenía toda su vida armada para ser oficial de Aduana, y decía cuanto iba a currar! Me pareció un pensamiento tan de otra época... No se, aunque sea no lo digas. Estamos tratando de mejorar un poquito y vos que sos una pendeja, me decís que te estas preparando para currar a lo grande. O sea, cero interés. Porque además... ¿que interés puede tener ser oficial de Aduana? Bueno, hace mucho que no chateo, pero ese es un lugar ideal para ver gente que esta del marote.- Después de tanto tiempo juntos, ¿Los Piojos son tan amigos como antes?- Debemos ser una de las bandas que más tiempo pasamos juntos. Nos llevamos bien y tenemos muchos gustos en común. Además de ensayar mucho, jugamos al fútbol y hasta salimos de vacaciones juntos.- ¿Tenés amigos por fuera de la banda?- Tengo dos grupos. Uno de cinco o seis pibes, que son amigos desde que tengo diez años. Después, los chicos de la banda. Y ahora, desde hace un tiempo, nos juntamos con los viejos de los amigos de mis hijas a jugar al truco. Pero ya los presenté. Por ejemplo, uno de mis amigos de la infancia es kinesiólogo y nos hace masajes antes de los shows.- Hablando de kinesiología, ¿como va la lesión de la rodilla?- Me operaron los meniscos de una, y ahora estoy haciendo rehabilitación en un gimnasio para fortalecer los músculos. Me rompí los dos meniscos y un ligamento cruzado jugando al fútbol. Y, a fin de año me tienen que operar el ligamento cruzado de la otra pierna porque con la lesión perdés estabilidad y corrés más riesgos de quebrarte. Y me jode mucho en los shows. En Cosquín y en Mar del Plata tenía los meniscos rotos y me pellizcaba el nervio. Cuando pateé la pelota gigante en Cosquín, sentí un dolor terrible. Mi hija, que estaba al costado del escenario, decía que parecía Rescatando al soldado Ryan: yo tirado gritando, las luces... Me sacaron del escenario y pudimos volver a hacer tres temas más, por suerte. Muy choto. Pero me estoy recuperando.- ¿Quienes fueron más influyentes para vos, Sumo o Los Redondos?
- Los Redondos me gustaron en Un baión para el ojo idiota, que es más rockero. Antes eran pop dark, música comprimida y chiquitita... Era raro, todo la gente súper fan de los Redondos y a mi... Me sonaba muy pop y no entendía nada que querían decir las letras. En esa época me gustaban, más que nada, Sumo y Pappo. Y de los comienzos del rock nacional me gustaba Moris y Manal. Pero tampoco era un gran escuchador de música. Recién a los quince años empezé a escuchar más. Cuando escuche a Emotional Rescue, me gustó mucho y empecé a buscar discos usados de los Stones. Para mi, Let it bleed era un estreno y había salido en 1969. Y ahí arranqué.
El fortín se llena de piojos
- ¿Qué se puede contar del recital?- Creo que van a ser muy buenos shows. Estamos ensayando temas de todos los discos, no vamos a poner tanto énfasis en Máquina de sangre como en el monumental. Va a haber invitados como Omar Mollo, por ejemplo.-Algún defensor central del equipo pentacampeón que haya participado en este disco?- Puede ser (risas). Si Bianchi lo deja... Tenemos que armas cosas, todavía. El tema es no cortar la continuidad del show, que fue lo que nos pasó en River, sumado a algunos problemas técnicos. Estamos laburando también en el escenario, pero no queremos contar mucho porque lo lindo es llegar y encontrar sorpresas. Pero se le va a dar importancia a las pantallas, porque en un estadio es lo que más funciona. En escenario va a estar en un arco. Caímos en Vélez porque no había fecha para River. Pero nos viene bien, porque es un estadio más cerrado.- ¿Va a haber teloneros?- No, porque es un bardo. La gente está entrando y se cansa al pedo, tenés que rearmar el escenario. Creo que no suma.- En una entrevista en La García dijiste que no te gustaba mucho ir a recitales de estadio.-¿Yo dije eso?- Como espectador dijiste.- Ah, claro. Como espectador, no. Pero como protagonista está bueno (risas).

Fuente Soy Rock